La situación en Haití se ha tornado crítica tras los recientes ataques de pandillas en la capital, Puerto Príncipe. Un número creciente de civiles y oficiales de policía están exigiendo la destitución y arresto del jefe de la policía del país. Los ataques, que incluyeron la toma de control de una estación de policía el sábado por la mañana, han provocado un clamor por cambios en el liderazgo policial.
Los agresores armados asaltaron la comunidad costera de Gressier, al oeste de Puerto Príncipe, hiriendo a personas, incendiando vehículos y atacando hogares e infraestructura, lo que llevó a muchos a huir hacia las montañas cercanas después de un intenso tiroteo durante la noche. Aunque no se ha confirmado si hubo víctimas mortales, los videos publicados en redes sociales muestran a personas huyendo al amanecer, cargando bolsas y maletas sobre sus cabezas, mientras hombres armados y en sandalias celebraban con disparos, proclamando “la ciudad es nuestra”.
Este ataque sucede aproximadamente una semana después de que otros ataques de pandillas en el centro de Puerto Príncipe obligaran a más de 3,700 personas a abandonar sus hogares. “La situación es crítica y catastrófica”, expresó Garry Jean-Baptiste, portavoz del sindicato de policías SPNH-17.
El sindicato ha pedido a un consejo presidencial de transición que exija la renuncia del director de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbe, y que ordene a los funcionarios de justicia iniciar una investigación sobre la crisis. Se ha acusado a Elbe y a otros altos funcionarios de complicidad con las pandillas. La policía sigue perdiendo sus instalaciones y equipos, y al menos 30 estaciones y subestaciones han sido atacadas y quemadas en los últimos meses.
La comunidad internacional sigue con preocupación los acontecimientos en Haití, esperando que se restablezca la paz y la seguridad en la nación caribeña.