
THE LATIN VOX (14 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Después de varios años de estancamiento o de recuperación muy lenta, Canadá registra un alza en la expectativa de vida al nacer, siendo ésta la primera mejora clara tras las mayores pérdidas ocasionadas por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, epidemiólogos, demógrafos y autoridades sanitarias lanzan una advertencia unánime: aunque la tendencia ha vuelto al alza, no hay garantía de que los incrementos sean tan rápidos como los observados en décadas pasadas, y varios factores podrían frenar el crecimiento futuro.
Qué se sabe hasta ahora
- Según reporta CTV News, Canadá experimentó un aumento en la expectativa de vida tras los efectos negativos de la pandemia.
- Datos recientes como los del sitio Macrotrends indican que la expectativa de vida promedio en Canadá para el año 2023 se situó en alrededor de 81,65 años, ligeramente superior al año anterior.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) también reporta que la expectativa de vida al nacer en Canadá ha mejorado en las últimas décadas: según su base de datos, en el año 2000 rondaba los 79,1 años y para 2021 había alcanzado cerca de 81,6 años.
Factores que contribuyeron al reciente aumento
El repunte se atribuye a varios elementos que favorecieron una recuperación frente a las pérdidas durante la pandemia:
- Menores muertes por COVID-19 / mejores tratamientos: conforme las tasas de vacunación, los tratamientos, la protección comunitaria y la inmunidad de rebaño (natural o inducida) mejoraron, el número de muertes atribuibles al virus y sus complicaciones graves se redujo significativamente.
- Recuperación en otros indicadores de salud pública: servicios de salud reanudados, diagnósticos y tratamientos que habían sido retrasados, campañas de prevención reactivadas, mayor conciencia sobre enfermedades crónicas, mejoras en infraestructura hospitalaria y atención primaria.
- Mejoras en vacunas, terapias médicas y tecnología médica: avances continuos en tratamiento de enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades respiratorias, así como uso creciente de tecnologías de monitoreo remoto, ampliación del acceso a servicios de salud mental, telemedicina, etc.
Advertencias de los expertos: ¿por qué podría desacelerarse el progreso?
A pesar de estas buenas noticias, los especialistas señalan una serie de retos estructurales y emergentes que podrían hacer que los aumentos en la expectativa de vida sean más lentos en el futuro:
- Enfermedades crónicas y condiciones de largo plazo: diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas, obesidad, salud mental, entre otras, continúan representando una carga creciente. El envejecimiento poblacional implica que más personas viven con estas condiciones, lo que eleva los costos y dificulta mejoras rápidas en mortalidad.
- Desigualdades socio-económicas y disparidades regionales: no todos los canadienses tienen el mismo acceso a servicios de salud, ni la misma calidad de vida. Las poblaciones indígenas, la gente que vive en zonas remotas, quienes tienen menores ingresos, migrantes recientes, etc., enfrentan barreras que reducen su expectativa de vida comparada con el promedio nacional.
- Fatiga del sistema de salud / capacidad hospitalaria limitada: listas de espera prolongadas, falta de personal de salud, burnout (agotamiento profesional), infraestructura médica antigua o insuficiente, especialmente en regiones rurales. Estas limitaciones pueden frenar la capacidad de seguir mejorando los indicadores de supervivencia y salud.
- Eventos extremos y crisis emergentes: pandemias futuras, brotes de enfermedades infecciosas, crisis climáticas, contaminación del aire, olas de calor, desastres naturales, etc., son riesgos reales que pueden afectar mortalidad directa e indirectamente.
- Sostenibilidad financiera y políticas de salud: mantener los sistemas de salud públicos con calidad implica inversión constante. Si los presupuestos no se ajustan, si los recursos no se distribuyen adecuadamente, o si no se adoptan modelos más eficientes, la mejora podría estancarse.
Comparativa histórica: cuánto ha mejorado y dónde se sitúa Canadá
Para poner en perspectiva:
- En el siglo XX, las mejoras en expectativa de vida en Canadá fueron muy rápidas, gracias a reducciones drásticas en mortalidad infantil, mejoras en higiene, nutrición, vacunas y tratamientos de enfermedades infecciosas.
- Pero esas mejoras iniciales eran más fáciles de ganar: evitar muertes jóvenes y enfermedades infecciosas producía efectos relativamente grandes. En cambio, ahora los desafíos principales están en edades mayores y en condiciones de salud complejas. Eso suele implicar que cada año de ganancia requiere mayores esfuerzos y mayor innovación.
- Según datos provinciales recientes, existe variación considerable entre regiones. Algunas provincias con mejor acceso a servicios de salud, mayores recursos, mayor densidad poblacional y mejor infraestructura tienden a tener expectativa de vida mayor. En cambio, territorios del norte, comunidades remotas y poblaciones vulnerables siguen por detrás. (Ver comparativas proviciales de vida esperada en Canadá)
Implicaciones sociales, políticas y para la salud pública
El hecho de que la expectativa de vida esté aumentando nuevamente es motivo de alivio, pero también de planificación cuidadosa. Algunas de las implicaciones más relevantes:
- Políticas de envejecimiento activo: con población cada vez más longeva, Canadá necesita fortalecer políticas que no sólo prolonguen la vida, sino mejoren la calidad de los años vividos, apoyando movilidad, salud mental, servicios geriátricos, prevención de caídas, soporte en el hogar, etc.
- Financiamiento público de salud: se requerirá mayor inversión, pero también reasignaciones eficientes. Gobiernos provinciales y federales deberán tomar decisiones sobre prioridades: ¿más prevención y atención primaria, o más atención especializada, hospitales, tecnología de punta? ¿cómo pagar? ¿subiendo impuestos, ajustando presupuestos, recurriendo a alianzas público-privadas?
- Enfoque en equidad: reducir brechas entre comunidades urbanas y rurales, mejorar acceso para poblaciones olvidadas, garantizar que mejoras en salud beneficien a todos de forma equilibrada, para que el promedio nacional no oculte desigualdades profundas.
- Investigación y tecnología: fomentar innovación médica, seguimiento de salud digital, big data, inteligencia artificial para predecir riesgos, nuevas terapias, apoyo remoto. Pero también asegurar regulación, privacidad, accesibilidad y costo razonable.
- Resiliencia ante crisis externas: aprender de la pandemia para estar mejor preparados ante futuras crisis sanitarias, climáticas o ambientales.
Escenarios a futuro: qué puede esperarse
Dependiendo de las decisiones que adopte el país, se pueden trazar algunos escenarios probables:
| Escenario | Qué podría lograrse | Qué podría limitarse o generar riesgos |
|---|---|---|
| Escenario optimista | Mejoras continuas, aunque más modestas; reducción de brechas regionales; avance en expectativa saludable además de expectativa total; mayor inversión preventiva; sistemas de salud modernos y eficientes. | Necesidad de programas costosos, mayor carga fiscal, ajustes difíciles; posible descontento si no se ve impacto rápido; presión sobre recursos provinciales |
| Escenario intermedio | Estabilización de indicadores, mejoras lentas; incrementos pequeños año tras año; se priorizan servicios para los más vulnerables; ganan terreno iniciativas de atención primaria. | Riesgo de estancamiento si no hay innovación fuerte; desigualdades podrían persistir o ampliarse; posible deterioro en servicios si la financiación queda corta |
| Escenario pesimista | Estanques prolongados, poca mejora; brotes de enfermedades o crisis impactando mortalidad nuevamente; empeoramiento en regiones remotas; la calidad de vida en años adicionales decrece si no hay inversión en salud funcional y preventiva. | Pérdida de confianza pública, mayor costo en salud aguda, crisis política si se percibe descuido institucional |
El reciente aumento en la expectativa de vida en Canadá marca un paso importante hacia la recuperación del auge perdido durante la pandemia. Sin embargo, los expertos insisten en que ese aumento debe ser sostenido por políticas, inversiones y estrategias sólidas, pues las ganancias futuras podrían venir con mayor lentitud, mayores costos y mayores exigencias.
Canadá está en un momento decisivo: puede optar por maximizar oportunidades, reducir desigualdades y consolidar un sistema de salud preparado para el siglo XXI, o correr el riesgo de que su Índice de Vida Esperada se estanque, mientras los desafíos emergentes enfermedades crónicas, envejecimiento, desigualdad, eventos extremos causan impacto visible.
La noticia es esperanzadora, pero también exige responsabilidad institucional, solidaridad social y visión estratégica para que la vida no solo sea más larga, sino mejor para todos.
Fuente: www.ctvnews.ca
Foto: www.nytimes.com