THE LATIN VOX (24 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En los próximos diez años, el mundo no podrá hacer frente al volumen de desechos plásticos si no se toman medidas inmediatas para reducir la producción, advirtió Anne Beathe Tvinnereim, ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, antes de las negociaciones clave que tendrán lugar esta semana en las Naciones Unidas.
Tvinnereim, quien co-preside una coalición de más de 60 países comprometidos con la lucha contra la contaminación por plásticos, afirmó que los países deben abordar el ciclo de vida completo de los plásticos, lo que incluye una drástica reducción de su producción. Esta coalición, liderada por Noruega y Ruanda, se encuentra al frente de los esfuerzos para lograr un tratado global vinculante que aborde la crisis del plástico. «Si no reducimos la producción y el consumo, no podremos hacer frente al volumen de plástico que existirá dentro de diez años», señaló la ministra.
La preocupación por el impacto del plástico en la salud humana, la biodiversidad y el clima es cada vez mayor. Investigaciones recientes han detectado microplásticos en muestras de placenta, en arterias humanas, e incluso en esperma y testículos humanos, lo que subraya los riesgos para la salud asociados con la omnipresencia del plástico. La crisis del plástico ha sido reconocida mundialmente como una amenaza para el bienestar humano y el medio ambiente, pero los esfuerzos para frenar su impacto siguen siendo fragmentados.
Este año, el mundo alcanzó un acuerdo histórico en el que 175 países se comprometieron a negociar un tratado global sobre plásticos. Sin embargo, los delegados siguen divididos sobre cómo abordar la cuestión, especialmente debido a la resistencia de los países productores de petróleo, quienes han puesto en duda las propuestas de recorte en la producción. En la última ronda de negociaciones, celebrada en abril, no se alcanzó un consenso sobre la inclusión de objetivos de producción en el tratado, una medida considerada fundamental para frenar la crisis de residuos plásticos.
Las conversaciones finales, que comenzaron el lunes y finalizarán el 1 de diciembre, son cruciales. Si bien la ministra Tvinnereim reconoció que un «tratado perfecto» podría no ser posible debido a las fuertes oposiciones, se mostró optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo progresivo que podría fortalecerse con el tiempo. “No vamos a conseguir un tratado perfecto, pero tenemos que avanzar. Y creo que lo conseguiremos. El mundo necesita liderazgo y buenas noticias ahora», afirmó.
En cuanto a los esfuerzos para reducir los plásticos de un solo uso, la ministra consideró que el acuerdo sobre la eliminación gradual de ciertos productos y la prohibición de químicos peligrosos en plásticos, como los utilizados en juguetes infantiles y envases alimentarios, es una medida indispensable y no negociable. De hecho, muchos países ya han implementado restricciones unilaterales sobre los plásticos de un solo uso.
Sin embargo, las negociaciones han estado marcadas por posturas divergentes. Países con grandes industrias de combustibles fósiles, como Arabia Saudita, Rusia e Irán, se han opuesto a los recortes de producción, favoreciendo soluciones centradas en la gestión de residuos. Por otro lado, las naciones en desarrollo, que sufren las consecuencias del exceso de producción de plásticos y la falta de infraestructuras adecuadas para gestionarlos, insisten en la necesidad de recortes globales en la producción de plásticos.
En medio de la incertidumbre de las negociaciones, la postura de Estados Unidos ha agregado más dudas. Si bien el gobierno de Estados Unidos ha señalado que apoyaría un tratado que imponga limitaciones a la producción de plásticos, el regreso de Donald Trump al poder en enero, un defensor de los combustibles fósiles, podría cambiar esta posición. Tvinnereim expresó que Estados Unidos sería «muy bienvenido» a unirse a la coalición, y también destacó la oportunidad para que China, otro de los mayores productores de plásticos, demuestre liderazgo en este tema.
Un negociador de uno de los países de «alta ambición» afirmó: «Si vemos a China tomar medidas, como lo ha hecho en otros ámbitos, tendremos una buena oportunidad de crear un instrumento eficaz. Si no lo hace, será muy difícil».
Con el reloj corriendo, las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán cruciales para determinar si el mundo será capaz de hacer frente a la crisis de la contaminación por plásticos en el futuro cercano. La urgencia es clara: el tiempo para actuar es ahora.
Crédito fotográfico: World Economic Forum