Expertos alertan que autoridades estadounidenses tiene acceso a los datos de salud de la población canadiense

To shared

THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La privacidad de los datos de salud de millones de canadienses está en juego, según advierten expertos legales y médicos, debido al control de servidores por parte de empresas estadounidenses y a la falta de leyes de protección de datos modernas en Canadá.

Una reciente publicación en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ) encendió las alarmas sobre los riesgos de que esta información personal termine en manos de autoridades extranjeras o incluso sea utilizada con fines comerciales.

A pesar de que muchos datos electrónicos de salud están almacenados en servidores ubicados físicamente en Canadá, estos servidores pertenecen a gigantes tecnológicos de Estados Unidos como Google Cloud, Microsoft Azure y Amazon Web Services.

El problema, señalan los expertos, es que la propiedad de esos servidores por parte de compañías estadounidenses somete los datos a la legislación de EE. UU., en particular al polémico CLOUD Act (Clarifying Lawful Overseas Use of Data Act), que permite a las autoridades estadounidenses exigir acceso a información almacenada fuera del país para investigaciones criminales.

“La ley de privacidad canadiense está completamente desactualizada,” advierte Michael Geist, profesor de derecho y presidente de investigación en internet y comercio electrónico de la Universidad de Ottawa. “Estamos hablando de décadas sin una reforma sustancial.”

Geist, coautor del comentario publicado en el CMAJ, subraya que la legislación canadiense actual, incluida la Ley de Protección de Información Personal y Documentos Electrónicos (PIPEDA), no cuenta con las herramientas necesarias para contrarrestar las solicitudes de datos que puedan provenir de Estados Unidos. Según él, “aunque haya leyes canadienses que exijan protección de los datos, las empresas pueden verse legalmente forzadas por leyes estadounidenses a revelar esa información.”

Más que privacidad: Riesgos económicos y políticos

Los riesgos van más allá de la violación de la privacidad individual. El comentario del CMAJ destaca peligros económicos y de seguridad, desde el uso indebido de datos por empresas privadas hasta la posibilidad de vigilancia por parte de agencias gubernamentales extranjeras.

“Estos datos pertenecen a los pacientes,” afirma la Dra. Sheryl Spithoff, de la Universidad de Toronto. “Deben usarse en su beneficio, no para causarles daño ni para generar lucro ajeno.”

La creciente tensión política entre Canadá y EE. UU. también ha contribuido a las preocupaciones. Para Lorian Hardcastle, profesora de derecho y medicina en la Universidad de Calgary, «hay un argumento sólido para decir que deberíamos almacenar esta información exclusivamente en servidores canadienses y evitar tratos con compañías extranjeras.»

El atractivo de los datos para la inteligencia artificial

En plena era de la inteligencia artificial, los datos de salud se han transformado en un recurso sumamente valioso. Geist advierte que podrían ser utilizados para entrenar algoritmos de IA fuera de Canadá, sin que los ciudadanos reciban ningún beneficio directo.

“Deberíamos ser nosotros los que nos beneficiemos de esa información,” insiste. “Y deberíamos tener derecho a una protección de privacidad sólida.”

¿Qué dicen las empresas tecnológicas?

Las empresas implicadas han respondido defendiendo su compromiso con la privacidad. Google Cloud asegura que «los datos pertenecen a los clientes, no a Google», y afirma seguir un proceso transparente para responder a requerimientos legales. Microsoft, por su parte, indicó que de las casi 5.000 solicitudes de datos que recibió de las autoridades estadounidenses en un semestre de 2022, solo 53 buscaban acceder a información almacenada fuera de EE. UU.

Amazon Web Services señaló que no ha revelado datos almacenados fuera del país a autoridades estadounidenses desde que empezó a publicar dichas estadísticas.

Aun así, los expertos no se tranquilizan. “No se trata de si ya pasó, sino de si podría pasar,” dice Geist.

¿Qué puede hacer Canadá?

El consenso entre los especialistas es claro: Canadá necesita una reforma urgente de sus leyes de privacidad. Geist sugiere:

  • Fortalecer PIPEDA y leyes provinciales.
  • Establecer penalidades más duras por divulgación no autorizada de datos.
  • Declarar que órdenes judiciales extranjeras no deben tener efecto sobre datos en territorio canadiense.
  • Desarrollar una infraestructura nacional de servidores en la nube específicamente para datos de salud.

Además, plantea la posibilidad de que los algoritmos de inteligencia artificial basados en datos de salud se desarrollen dentro de Canadá, por empresas canadienses y con garantías legales claras que beneficien directamente al sistema de salud del país.

Una decisión soberana pendiente

La discusión sobre los datos de salud se inserta en un debate más amplio sobre la soberanía digital. A medida que la tecnología avanza y la inteligencia artificial se nutre de información sensible, los países enfrentan decisiones críticas sobre quién controla, accede y se beneficia de esos datos.

“Este no es solo un tema técnico,” concluye Hardcastle. “Es una cuestión de soberanía, de derechos y, en última instancia, de confianza entre los ciudadanos y su sistema de salud.”

Fuente: CBC News

Crédito fotográfico: Health Care Canada


To shared