En Estados Unidos, una tormenta invernal ha desencadenado una explosión ártica, llevando consigo frío extremo y condiciones climáticas extremadamente peligrosas. Las temperaturas de sensación térmica, que reflejan el frío que se siente al estar al aire libre debido a la pérdida de calor de la piel expuesta, se espera que alcancen mínimos peligrosos que pueden causar congelación e hipotermia
Además, el país enfrenta problemas energéticos, calor y sequía. Los habitantes están preocupados por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al tráfico aéreo durante el Super Bowl. Cerca de 1,000 aviones privados se dirigirán a Las Vegas para el evento deportivo2.
Por otro lado, el Índice de Precios de Consumo (IPC) en Estados Unidos se situó en 3.1% interanual en enero, lo que implica una desaceleración de tres puntos porcentuales respecto al mes anterior. Mientras tanto, el transporte en el noreste del país se ha visto interrumpido debido a las fuertes nevadas y vientos.
En resumen, Estados Unidos está experimentando una combinación de eventos climáticos extremos y desafíos económicos que afectan a su población y su infraestructura.