Un exsoldado canadiense ha sido multado con 4.000 dólares canadienses y ha recibido una severa reprimenda por haber publicado videos en los que criticaba la vacunación contra la COVID-19 y alentaba a sus compañeros a no vacunarse.
El exsoldado, identificado como el cabo retirado Bradley Blackburn, fue acusado de conducta perjudicial para el buen orden y la disciplina, y de desobedecer una orden legítima.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2023, cuando Blackburn, que estaba destinado en la base militar de Petawawa, en Ontario, subió varios videos a la plataforma TikTok en los que expresaba su oposición a la vacuna y cuestionaba su seguridad y eficacia.
En uno de los videos, Blackburn afirmaba que la vacuna era un “experimento genético” y que no había sido probada adecuadamente. En otro, instaba a sus colegas a no vacunarse y les decía que podían negarse a hacerlo.
Los videos se hicieron virales y provocaron una fuerte reacción por parte de las autoridades militares, que ordenaron a Blackburn que los borrara y que se disculpara públicamente. Sin embargo, Blackburn se negó a cumplir la orden y continuó publicando más videos.
Finalmente, Blackburn fue arrestado y sometido a un proceso disciplinario, que concluyó el pasado martes con su condena. El juez militar que dictó la sentencia consideró que la conducta de Blackburn fue “irresponsable” y “dañina” para la reputación y la moral de las Fuerzas Armadas Canadienses.
Además de la multa y la reprimenda, Blackburn también fue dado de baja de forma deshonrosa del ejército, lo que implica que perderá todos los beneficios y privilegios asociados a su condición de veterano.
Blackburn se defendió alegando que tenía derecho a expresar su opinión y que actuó de buena fe, basándose en la información que había encontrado en internet. También dijo que se sentía presionado y acosado por sus superiores para vacunarse.
Sin embargo, el juez militar rechazó sus argumentos y dijo que Blackburn no tenía ninguna formación médica ni científica que respaldara sus afirmaciones, y que había difundido información falsa y engañosa que podía poner en riesgo la salud y la seguridad de sus compañeros y de la población en general.
El caso de Blackburn ha sido el primero de este tipo en Canadá, donde la vacunación contra la COVID-19 es voluntaria, pero se espera que todos los miembros de las Fuerzas Armadas Canadienses se vacunen para protegerse a sí mismos y a los demás.
Según el Ministerio de Defensa Nacional, el 95% de los militares canadienses ya han recibido al menos una dosis de la vacuna, y el 90% han completado el esquema de vacunación.