El ex primer ministro de India, Manmohan Singh, falleció este martes a los 92 años, dejando un legado imborrable como uno de los líderes más respetados y visionarios del país. Singh, conocido por ser el arquitecto de las reformas económicas que transformaron a India en una de las economías emergentes más grandes del mundo, ocupó el cargo de primer ministro durante una década, de 2004 a 2014.
Un líder que marcó una era
Manmohan Singh, nacido en Gah, actualmente en Pakistán, el 26 de septiembre de 1932, fue economista de formación y dedicó gran parte de su vida al servicio público. Antes de asumir el liderazgo del país, desempeñó cargos clave como Ministro de Finanzas, donde implementó reformas económicas en 1991 que liberalizaron la economía india, abriéndola al comercio y a la inversión extranjera. Estas medidas marcaron el comienzo de un crecimiento económico sostenido, colocando a India en el mapa global como una potencia económica en ascenso.
Durante su mandato como primer ministro, Singh lideró India en un periodo de transformaciones importantes. Bajo su gobierno, el país experimentó un auge económico sin precedentes, fortaleció sus relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos, y avanzó en áreas clave como educación, salud y tecnología. También fue reconocido por su papel en el acuerdo nuclear civil entre India y Estados Unidos, un hito en las relaciones bilaterales.
El estilo discreto pero efectivo de Singh
Manmohan Singh era conocido por su carácter reservado y su enfoque académico en la política. A menudo descrito como un «líder por consenso», su humildad y profesionalismo lo distinguieron en un entorno político frecuentemente marcado por la confrontación. A pesar de las críticas y desafíos, Singh navegó con prudencia situaciones complejas, ganándose el respeto tanto a nivel nacional como internacional.
Sin embargo, su gobierno no estuvo exento de controversias. En sus últimos años como primer ministro, su administración enfrentó críticas por presuntos casos de corrupción y por una percepción de inacción en algunos temas clave. A pesar de ello, su reputación como un estadista comprometido y honesto permaneció intacta.
Homenajes desde todo el mundo
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de tributos tanto en India como en el extranjero. El actual primer ministro indio, Narendra Modi, expresó sus condolencias, describiendo a Singh como «un líder ejemplar cuya contribución al desarrollo de India será recordada por generaciones».
Líderes internacionales también han rendido homenaje a Singh, destacando su visión económica y su papel en el fortalecimiento de la cooperación global. Personalidades de diversos ámbitos, desde la política hasta la academia, han reconocido su impacto como un defensor del progreso y la inclusión.
Un legado que perdura
Manmohan Singh deja tras de sí un legado que trasciende las fronteras de India. Su visión económica, su compromiso con la equidad social y su dedicación al servicio público lo convierten en una figura histórica cuya influencia seguirá siendo relevante en los años venideros.
Mientras India y el mundo recuerdan a Singh, su vida y obra sirven como testimonio del poder de la integridad y el liderazgo basado en principios. La nación lamenta la pérdida de uno de sus hijos más ilustres, pero también celebra la vida de un hombre que dedicó todo su esfuerzo al bienestar de su país y su gente.