THE LATIN VOX (23 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La fiebre del dengue, conocida comúnmente como «fiebre rompehuesos», ha alcanzado cifras alarmantes en 2024, con un récord de 12.4 millones de casos reportados hasta ahora. Este aumento desproporcionado en la incidencia de la enfermedad está afectando principalmente a América Latina, África y el sudeste asiático, pero también se han registrado casos en Europa y Estados Unidos, lo que plantea serias preocupaciones a nivel global.
Un panorama alarmante
El dengue es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente el Aedes aegypti. Los síntomas, que incluyen fiebre alta, dolor detrás de los ojos, dolor en las articulaciones y músculos, así como erupciones cutáneas, pueden ser debilitantes y, en casos graves, resultar mortales. Con un estimado de 4 mil millones de personas en riesgo en todo el mundo, la situación actual requiere atención urgente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre el aumento de los casos, que no solo refleja un problema de salud pública en los países en desarrollo, sino también en regiones donde el dengue era anteriormente poco común. Este fenómeno está impulsado por varios factores interrelacionados.
Factores detrás del brote
- Cambio climático: El aumento de las temperaturas y los patrones climáticos erráticos han ampliado el hábitat de los mosquitos transmisores del dengue. Las lluvias intensas y las sequías alternas crean condiciones ideales para la reproducción de estos insectos, lo que a su vez incrementa la transmisión del virus.
- Urbanización: El crecimiento de las ciudades y la expansión de las áreas urbanas no planificadas facilitan la acumulación de agua estancada, un criadero perfecto para los mosquitos. En muchos países en desarrollo, la falta de infraestructura adecuada para el manejo del agua agrava la situación.
- Movilidad humana: La globalización y el aumento de los viajes internacionales han llevado a una mayor dispersión del virus. Personas infectadas pueden llevar el dengue a nuevas regiones, donde las condiciones pueden ser favorables para la transmisión local.
- Conciencia pública insuficiente: En muchas áreas, la falta de educación sobre la prevención del dengue y el control de los mosquitos contribuye a la proliferación de la enfermedad. La prevención a través de la eliminación de criaderos y el uso de repelentes es fundamental para reducir el riesgo.
Respuesta internacional
Frente a este escenario, es imperativo que los gobiernos y organizaciones internacionales refuercen sus esfuerzos en la prevención y el control del dengue. Esto incluye campañas de sensibilización, inversión en infraestructura y tecnologías de salud pública, así como el desarrollo de vacunas efectivas y accesibles.
El dengue no solo es un desafío sanitario, sino también un problema económico, ya que los brotes pueden sobrecargar los sistemas de salud y afectar la productividad. La comunidad internacional debe unirse para abordar esta crisis creciente, implementando estrategias coordinadas y sostenibles.
La fiebre del dengue está en ascenso y su impacto se siente en todos los rincones del mundo. Con el crecimiento de los casos en 2024, es crucial actuar de manera decisiva y colaborar a nivel global para contener esta enfermedad. La salud de millones de personas depende de nuestra capacidad para enfrentar este desafío de manera efectiva.
Crédito fotográfico: https://palmira.gov.co/