El primer ministro de Ontario, Doug Ford, ha presentado una moción en la legislatura provincial para condenar los ataques con cohetes del grupo militante Hamas contra Israel y expresar su solidaridad con el pueblo israelí.
Ford dijo que los ataques de Hamas son “terrorismo en su forma más oscura” y que no tienen justificación. También dijo que Canadá e Israel comparten valores democráticos y de derechos humanos y que Ontario tiene una fuerte relación comercial y cultural con el Estado judío.
“Ontario se enorgullece de apoyar a Israel, nuestro aliado y amigo, en estos tiempos difíciles. Estamos con Israel en su derecho a defenderse de estos ataques terroristas. Rezamos por la paz y la seguridad en la región”, dijo Ford en un comunicado.
La moción presentada por Ford insta al gobierno federal a condenar los ataques de Hamas y a reafirmar su apoyo a Israel. También pide a todas las partes que trabajen para reducir la violencia y restablecer la calma.
La moción fue apoyada por todos los partidos de la oposición, excepto por el Nuevo Partido Democrático (NDP), que se abstuvo de votar. El líder del NDP, Andrea Horwath, dijo que su partido está preocupado por la situación humanitaria en Gaza y que quiere ver una solución pacífica al conflicto.
“Creemos que es importante reconocer el sufrimiento de todos los pueblos afectados por este conflicto, incluyendo a los palestinos. Queremos ver un fin inmediato de la violencia y una reanudación de las negociaciones para lograr una solución justa y duradera”, dijo Horwath.
La moción de Ford se produce en medio de una escalada de violencia entre Israel y Hamas que comenzó el lunes, cuando el grupo militante lanzó cientos de cohetes contra Israel desde Gaza, provocando una respuesta aérea israelí.
Según las autoridades sanitarias palestinas, al menos 28 personas han muerto en Gaza, incluyendo 10 niños, y otras 152 han resultado heridas. Por su parte, Israel ha reportado al menos tres muertos y decenas de heridos por los cohetes de Hamas.
La tensión entre Israel y los palestinos se ha incrementado en las últimas semanas por una serie de factores, entre ellos los enfrentamientos en Jerusalén Este entre la policía israelí y los manifestantes palestinos, la amenaza de desalojo de familias palestinas por parte de colonos judíos y la celebración del Día de Jerusalén, una festividad nacionalista judía.