
THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En medio de una profunda crisis política y un Parlamento fragmentado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció un nuevo gabinete con el primer ministro Sébastien Lecornu al frente, en un intento por dotar al Ejecutivo de legitimidad y capacidad para aprobar el presupuesto 2026.
Este movimiento ocurre apenas días después de que el mismo Lecornu presentara su renuncia, después de que su gobierno inaugural colapsara en menos de 24 horas ante fuertes críticas y falta de apoyo parlamentario.
Composición del nuevo gabinete: continuidad y caras nuevas
El nuevo gabinete combina elementos del círculo centrista de Macron, técnicos externos al esquema tradicional y algunos cambios clave para reforzar seguridad e interior:
- Roland Lescure vuelve al Ministerio de Hacienda (Finanzas), como figura clave para retomar confianza en la política económica.
- Laurent Nuñez, hasta ahora jefe de policía de París, fue nombrado Ministro del Interior, con la premisa de reforzar la seguridad nacional.
- En Defensa, surge Catherine Vautrin como nueva responsable del portafolio bélico, en un momento de tensiones geopolíticas y compromisos militares europeos.
- Jean-Noël Barrot continúa como Ministro de Relaciones Exteriores, manteniendo estabilidad en la diplomacia francesa.
- Algunos ministros han sido removidos o desplazados, mientras otros del gabinete previo han sido reafirmados, en un equilibrio delicado para contener fricciones políticas.
El presidente Macron le ha otorgado a Lecornu “carta blanca” para negociar alianzas y hacer nombramientos, con la misión prioritaria de estabilizar el país y hacer viable la aprobación del presupuesto
El telón de fondo: una crisis política que se vuelve estructural
El gobierno que apenas duró
El gobierno anterior de Lecornu fue presentado con bombos y platillos, pero resistió apenas horas ante el rechazo de partidos clave que consideraron que su distribución de poder era demasiado continuista y poco representativa.
Macron respondió a esa derrota política volviendo a nombrar a Lecornu apenas cuatro días después, una señal de que el presidente prefiere mantener un liderazgo de confianza frente a explorar alternativas externas.
Parlamento colapsado y tareas urgentes
Francia vive bajo un Parlamento sin mayorías claras. Desde las elecciones legislativas de 2024, ninguna fuerza política controla suficientes asientos para gobernar sin apoyo transversal, obligando al ejecutivo a formar coaliciones frágiles.
La prioridad más urgente del nuevo gabinete será presentar el proyecto de presupuesto para 2026 en los próximos días, iniciando un proceso parlamentario de 70 días para su evaluación y aprobación.
El desafío es mayúsculo: las proyecciones fijan un déficit próximo al 5 % del PIB, y las agencias de calificación han advertido que retrasos o medidas drásticas pueden disparar la prima de riesgo.
Reacciones políticas divididas
- Marine Le Pen y el partido de extrema derecha han anunciado que presentarán una moción de censura contra el nuevo gobierno apenas se haga la exposición de políticas.
- La izquierda radical, agrupada en La France Insoumise, ha criticado la continuidad del poder centrista sin cambio real y exige que Macron renuncie o disuelva la Asamblea Nacional.
- Les Républicains, que hasta ahora apoyó ciertos gobiernos centristas, ha declarado que sus militantes que acepten cargos en este nuevo gabinete quedarán expulsados del partido, por considerar que rompe con las reglas de alineamiento político.
Lo que está en riesgo: economía, imagen internacional y gobernabilidad
Riesgo económico y fractura institucional
La prolongación de la crisis política puede afectar la confianza de inversores, elevar costos de financiamiento y paralizar decisiones empresariales en Francia, motor clave de la eurozona. (AP) AP News
La dispersión de poder en el Parlamento limita la capacidad del Ejecutivo para adoptar reformas estructurales sin concesiones, lo que podría conducir a estancamiento institucional crónico.
Presión europea y desafíos globales
Como integrante central de la Unión Europea, Francia necesita proyectar estabilidad para influir en decisiones de políticas europeas, seguridad regional, defensa colectiva y políticas de compensación económica frente a tensiones externas.
Crisis internas como esta socavan la capacidad de Francia para liderar en temas como el conflicto en Ucrania, cooperación con África o la negociación frente a Estados Unidos en materia comercial.
Riesgo electoral y escenario alternativo
Este desorden podría beneficiar fuerzas populistas como el Rassemblement National si se convocan elecciones anticipadas. Le Pen y su bloque podrían capitalizar el descontento ciudadano, poniendo en jaque el proyecto europeísta de Macron.
Si el nuevo gobierno fracasa en consolidarse, Macron podría verse obligado a disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones anticipadas, lo cual reconfiguraría todo el mapa político francés.
Conclusión: Francia en un momento decisivo
El nuevo gabinete liderado por Lecornu representa un intento político desesperado de estabilizar un país en vértigo institucional. Macron, al volver a confiar en un dirigente de su círculo cercano, apuesta a que la lealtad y la continuidad le den margen para recomponer alianzas parlamentarias.
Pero el tablero es complejo: fuerzas de izquierda, derecha e incluso un ala moderada del centro podrían obstaculizar avances, y el tiempo para negociar es reducido. Si el Ejecutivo no consigue aprobar el presupuesto y evitar una moción de censura en las primeras semanas, esta nueva formación podría ser tan efímera como la anterior.
Fuente: edition.cnn.com
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