Gaza: Conversaciones sobre el alto el fuego se estancan, mientras Egipto propone un plan de reconstrucción a largo plazo

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THE LATIN VOX (2 de marzo del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

Las negociaciones para mantener el alto el fuego en Gaza se han estancado en El Cairo, después de que las conversaciones multilateralmente mediadas no lograran progresar en la transición hacia una segunda fase de la tregua.

Los esfuerzos por alcanzar una resolución más duradera y consolidada se vieron obstaculizados por desacuerdos fundamentales, y las delegaciones involucradas dejaron la capital egipcia sin indicios de una reanudación de las negociaciones el pasado sábado, el último día del primer período de seis semanas de cese de hostilidades.

El gobierno israelí había aceptado una retirada parcial de tropas para el 9 de marzo, conforme al acuerdo original, pero el avance hacia una fase más extensa de la tregua se ha complicado debido a las tensiones políticas internas en Israel y la falta de consenso en torno a quién debería gestionar Gaza tras el conflicto.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había indicado que la retirada de las fuerzas israelíes debía comenzar en el corredor de Filadelfia, una zona estratégica en la frontera sur de Gaza con Egipto. A pesar de la presión internacional y la promesa de completar la retirada para el 9 de marzo, las implicaciones políticas de tal movimiento podrían desencadenar la caída de su coalición de derecha, que depende de los partidos extremistas para mantenerse en el poder.

La propuesta israelí, promovida por el mediador estadounidense Steve Witkoff, busca extender temporalmente la tregua para las festividades del Ramadán y la Pascua, liberando a los rehenes y los cuerpos de las víctimas.

Sin embargo, la negativa de Hamas a aceptar esta extensión refleja el escepticismo del grupo hacia las intenciones de Israel y su deseo de continuar con las negociaciones de buena fe, que según afirman, aún no se han cumplido completamente. Hamas también ha condenado la manipulación de los acuerdos previos, sugiriendo que cualquier intento de continuar bajo la misma premisa sería una prolongación de la sufrimiento de los rehenes.

Mientras tanto, Egipto ha propuesto un plan de reconstrucción a largo plazo para Gaza, que incluiría un enfoque gradual de tres a cinco años para rehabilitar la franja de Gaza, comenzando por la creación de campamentos temporales para los residentes mientras se reconstruyen sus distritos devastados.

Este plan, que sería supervisado por el gobierno egipcio, plantea un futuro incierto para el liderazgo de Gaza, ya que varios actores internacionales aún no se han puesto de acuerdo sobre la autoridad que debería regir la franja tras el final de las hostilidades.

A nivel internacional, la comunidad árabe, bajo la Liga Árabe, se reunirá el próximo martes para discutir el plan alternativo de Egipto. Mientras tanto, la administración estadounidense ha dejado en el aire la sugerencia polémica de Donald Trump de que EE.UU. debería “poseer” Gaza, lo que ha generado controversia y desconcierto tanto a nivel local como internacional. Esta propuesta no ha sido seguida por detalles sobre cómo se implementaría, pero se ha sumado a la incertidumbre sobre el futuro de la región.

En medio de esta compleja situación, la presión internacional sigue aumentando, especialmente en torno a la cuestión de quién debería tener el control de Gaza después de la guerra.

El liderazgo de la Autoridad Palestina (AP) es rechazado por Netanyahu, quien argumenta que esta institución no tiene la capacidad ni la voluntad de gobernar Gaza, lo que deja abierta la posibilidad de un control temporal egipcio, una opción respaldada por la oposición israelí.

El líder opositor Yair Lapid ha propuesto que Egipto asuma la responsabilidad de Gaza durante un periodo de hasta 15 años, con el objetivo de garantizar la estabilidad y la reconstrucción mientras se establecen las condiciones para un gobierno independiente palestino.

El futuro de Gaza sigue siendo incierto, con múltiples actores internacionales involucrados en un complicado rompecabezas político y humanitario. La reconstrucción, tanto material como política, requerirá un enfoque coordinado y un compromiso constante para evitar que la violencia y la inseguridad vuelvan a desplazar a miles de personas.

Crédito fotográfico: BBC


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