Gaza: Crisis humanitaria, saqueo organizado y amenaza de una hambruna inminente

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THE LATIN VOX (29 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

La situación en Gaza continúa siendo desesperante, con el conflicto entre Israel y Hamas desbordando las fronteras de lo que ya era una crisis humanitaria sin precedentes. En los últimos días, los convoyes de ayuda internacional destinados a mitigar el sufrimiento de los millones de personas atrapadas en el enclave han sido objeto de saqueos violentos.

Testigos y funcionarios de organizaciones humanitarias han descrito cómo bandas criminales organizadas, no civiles desesperados, han saqueado grandes cantidades de alimentos esenciales, mientras el territorio se encuentra al borde de la hambruna.

El 17 de noviembre, un convoy de 120 camiones cargados con harina suficiente para abastecer de pan a dos tercios de la población de Gaza durante una semana fue atacado y saqueado en un asalto bien coordinado. Este ataque, el más grave de una serie de incidentes similares en los últimos meses, representa un cambio dramático en la magnitud y la violencia de los saqueos en Gaza, que ya enfrenta una escasez crítica de alimentos.

Según los funcionarios, este ataque a gran escala fue llevado a cabo por grupos de criminales organizados, y no por civiles que, a pesar de la desesperación, son las principales víctimas del robo de ayuda. “Es crimen organizado a gran escala. Están tomando suministros pagados por los estados miembros. Es una consecuencia horrible de la guerra y es una vergüenza que las cosas hayan llegado a este punto”, indicó un responsable de una agencia humanitaria.

El convoy atacado transportaba suficientes suministros para mantener operativas las panaderías que alimentan a 1.5 millones de personas en Gaza. Sin embargo, tras el saqueo, las reservas de harina quedaron reducidas a casi nada.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) tuvo que vaciar sus almacenes, distribuyendo solo para dos días más. La situación se ha vuelto tan crítica que los convoyes más pequeños que llegaron después solo pudieron aportar lo necesario para tres días adicionales. La desesperación es palpable: «Es vivir al día. No queda absolutamente nada en reserva. Si nos quedamos sin harina, las panaderías cierran y un millón y medio de personas se quedan sin comida», advirtió uno de los funcionarios de la ONU.

El colapso del orden en Gaza

La violencia de los saqueos refleja el colapso del orden en Gaza, un territorio donde la seguridad ha empeorado drásticamente desde que Israel comenzó a atacar a la policía local, la cual solía proteger los convoyes de ayuda. La falta de control sobre ciertas zonas ha permitido que grupos de criminales se apoderen de suministros destinados a la población civil. Más aún, muchos de los saqueos ocurren en zonas bajo el control de Israel, lo que ha generado críticas por la inacción ante la creciente violencia.

«Lo que está ocurriendo es un saqueo organizado en áreas bajo control del ejército israelí», afirmó un oficial humanitario. «No hay tropas en esos lugares, pero los drones armados israelíes están por todas partes», explicó. A pesar de la presencia militar israelí, los saqueadores parecen operar con total impunidad. En una situación que se ha vuelto cada vez más peligrosa, los camiones han sido atacados por bandas armadas que disparan a los conductores y los obligan a llevar los suministros a bases preestablecidas, donde los cargan en camiones más pequeños para su reventa.

El saqueo y el impacto económico

Los saqueos se han convertido en una fuente importante de ingresos para los criminales locales, quienes revenden la harina y otros productos esenciales a precios exorbitantes. Cada camión saqueado en el ataque del 17 de noviembre transportaba más de 400 sacos de harina, cada uno valorado en $100 en el mercado negro de Gaza. Estos productos, que deberían haber aliviado el hambre de cientos de miles de personas, ahora están siendo aprovechados por bandas criminales que han disparado los precios de los alimentos básicos, contribuyendo a una inflación galopante en el territorio.

En los últimos días, la violencia ha aumentado, con enfrentamientos entre grupos comunitarios y las bandas de saqueadores, que han tratado de recuperar los camiones robados. Algunos de estos enfrentamientos han resultado en muertes, mientras que los heridos son atendidos en hospitales de campaña. La situación en Gaza es cada vez más caótica, con un número creciente de milicias locales luchando contra los saqueadores para garantizar que la ayuda llegue a las personas más necesitadas.

Un futuro oscuro para gaza

El futuro de Gaza parece cada vez más sombrío. La población de 2.3 millones de personas, en su mayoría desplazadas por la violencia, se enfrenta ahora a la amenaza de una hambruna inminente. Más de 44,000 personas han muerto desde que comenzó la ofensiva israelí, y los ataques a la infraestructura han dejado a dos tercios del territorio en ruinas. Expertos alertan que el hambre podría ser la próxima gran amenaza en Gaza si no se estabiliza la situación de inmediato.

Las agencias humanitarias siguen luchando contra los efectos de la guerra, mientras que los esfuerzos por establecer rutas alternativas para evitar los puntos más vulnerables de saqueo no han tenido éxito. Los funcionarios de la ONU continúan presionando a las autoridades israelíes para que refuercen la seguridad de los convoyes de ayuda, pero las condiciones en Gaza siguen siendo extremadamente peligrosas.

El saqueo de alimentos en Gaza es solo uno de los muchos síntomas de una crisis humanitaria en espiral. Mientras tanto, los residentes de Gaza siguen atrapados en un círculo vicioso de violencia, pobreza y hambre, con pocas perspectivas de una pronta resolución a corto plazo.

Crédito fotográfico: Hatem Khaled/Reuters


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