
THE LATIN VOX (6 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
A pesar de nuevos bombardeos que dejaron al menos 24 muertos en Gaza, las esperanzas de un cese al fuego tomaron fuerza este fin de semana luego de que Hamás anunciara estar dispuesto a comenzar “inmediatamente” negociaciones sobre una propuesta de alto el fuego por 60 días, patrocinada por Estados Unidos.
En una declaración que refleja la ambigüedad del momento, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó el envío de una delegación a Qatar para continuar con las conversaciones, aunque dejó claro que Israel no aceptará los cambios solicitados por Hamás al borrador inicial del acuerdo.
“Estamos comprometidos con los intereses de seguridad de Israel y no aceptaremos condiciones que pongan en riesgo a nuestros ciudadanos ni a nuestros soldados”, afirmó un portavoz de la oficina del primer ministro.
Un fin de semana “relativamente más calmo”, pero con muertos
Aunque la intensidad de los ataques disminuyó brevemente el sábado, según reportes de residentes y personal humanitario, el conflicto no se detuvo. Entre los 24 palestinos muertos hubo 10 personas que esperaban recibir ayuda humanitaria.
Uno de los ataques aéreos más letales golpeó tiendas de campaña en la zona costera de Mawasi, donde murieron siete personas, entre ellas un médico palestino y sus tres hijos. Otros ataques en Bani Suheila y Khan Younis también cobraron vidas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no hicieron comentarios sobre estos incidentes.
Controversia en torno a la distribución de ayuda
La violencia no se ha limitado a los bombardeos. Dos contratistas estadounidenses de la Gaza Humanitarian Foundation (GHF) resultaron heridos por una explosión en un punto de distribución de alimentos.
El ataque, cuya autoría no ha sido confirmada, reavivó las críticas en torno al papel de la GHF, una organización privada apoyada por EE.UU., que ha sido calificada como “insegura” y “letal” por el secretario general de la ONU, António Guterres.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, responsabilizó a “terroristas de Hamás” y declaró en la red X:
“Este acto de violencia contra quienes traen alivio a Gaza demuestra la brutalidad de Hamás”.
Mientras tanto, organizaciones humanitarias advierten que el combustible para mantener hospitales, comunicaciones y centros de ayuda se está agotando a niveles críticos. “Nos queda menos de medio día de reservas. Cuando se acabe, todo se apaga”, dijo un trabajador en Deir al-Balah.
Negociaciones con muchas incógnitas
Netanyahu también volará este domingo a Washington para reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha presionado públicamente por el fin de la guerra. Se espera que, si se llega a un acuerdo, Trump lo anuncie personalmente, en lo que sería un momento simbólico durante la visita del líder israelí.
Sin embargo, Hamás insiste en que necesita garantías más claras: un alto el fuego real que conduzca a la retirada completa de las tropas israelíes y a una solución duradera.
Además, el grupo rechaza que la ayuda sea gestionada por la GHF y exige un retorno a un modelo multilateral liderado por Naciones Unidas y otros actores internacionales. Israel, por su parte, busca mantener el control de la distribución fuera del alcance de la ONU.
Un proceso lento en medio del sufrimiento
El optimismo de Trump —quien declaró a bordo del Air Force One que “podría haber un acuerdo sobre Gaza la próxima semana”— contrasta con los análisis más cautos.
Los medios israelíes han señalado que aún falta concretar una serie de pasos clave, con delegaciones israelíes que deben visitar Qatar y Egipto antes de cualquier firma. El borrador prevé también la participación del enviado personal de Trump, Steve Witkoff, para cerrar los términos del pacto.
Este proceso podría alargarse, según analistas, mientras en Gaza el sufrimiento continúa y la urgencia humanitaria se agudiza.
Más de 57.000 muertos en Gaza
El conflicto, que comenzó con el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre de 2023 —que dejó 1.200 muertos en Israel y 251 personas secuestradas—, ha cobrado una dimensión devastadora. Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 57000 personas han muerto, en su mayoría civiles, como resultado de la ofensiva militar israelí. Esta cifra es considerada creíble por la ONU y diversos gobiernos occidentales.
Un acuerdo posible, pero precario
Mientras los diplomáticos vuelan de un lado a otro y las negociaciones se desarrollan a puertas cerradas, el futuro de Gaza —y de la estabilidad regional— pende de un hilo. El deseo de una tregua existe, pero la desconfianza, los intereses cruzados y las demandas divergentes amenazan con frustrar lo que podría ser la primera pausa significativa en casi 21 meses de guerra.
La comunidad internacional observa con esperanza contenida. Un acuerdo podría traer alivio a millones. Pero en las calles de Gaza, bajo las ruinas y el zumbido de los drones, la paz sigue pareciendo un lujo inalcanzable.
Crédito fotográfico: Al Jazeera