En un giro alarmante de los acontecimientos, la Franja de Gaza ha registrado su primer caso de polio en 25 años. El Ministerio de Salud palestino confirmó que un bebé de 10 meses de Deir el-Balah ha sido diagnosticado con esta enfermedad altamente contagiosa. Este caso ha encendido las alarmas en la comunidad internacional, especialmente en las Naciones Unidas, que han hecho un llamado urgente para llevar a cabo una campaña de vacunación masiva en la región.
La situación en Gaza es crítica. La guerra en curso ha devastado el sistema de salud, interrumpiendo las vacunaciones rutinarias y dejando a muchos niños vulnerables a enfermedades prevenibles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado que el virus de la polio fue identificado en varias muestras de aguas residuales tomadas en distintos puntos de la Franja el mes pasado. Ante esta situación, la ONU ha reiterado sus llamados a un alto el fuego que permita la entrada segura de suministros médicos y la realización de una campaña de inmunización.
El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, subrayó la necesidad de mantener despejadas las carreteras del territorio palestino para permitir el acceso seguro a los suministros médicos. “De lo contrario, las vacunas se quedarían estancadas como muchos otros camiones al otro lado de la frontera”, advirtió. La OMS ha enviado un millón de vacunas contra la polio a Gaza, pero hasta ahora no se han reportado casos de parálisis.
James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), explicó que si un niño recibe el ciclo completo de vacunas, el riesgo de contraer polio paralizante es insignificante. Sin embargo, la guerra ha reducido la cobertura de vacunación a alrededor del 89%, aumentando el riesgo para los niños.
La situación se agrava con la destrucción de infraestructuras esenciales. La semana pasada, una importante estación de tratamiento de agua en Rafah fue destruida, creando peligros sanitarios adicionales para los habitantes de Gaza. La ONU y otras agencias humanitarias están trabajando incansablemente para mitigar estos riesgos y proteger a la población vulnerable.
En medio de este caos, las conversaciones de alto el fuego en Doha han sido descritas como serias y constructivas, aunque los obstáculos clave para un acuerdo de cese al fuego aún no han sido superados. La comunidad internacional sigue presionando para que se permita la entrada de ayuda humanitaria y se inicie la campaña de vacunación masiva que podría salvar innumerables vidas.
La situación en Gaza es un recordatorio sombrío de los efectos devastadores de los conflictos prolongados en la salud pública. La comunidad internacional debe actuar con urgencia para garantizar que los niños de Gaza reciban las vacunas que necesitan para protegerse contra la polio y otras enfermedades prevenibles.