THE LATIN VOX (25 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La General Jennie Carignan, la primera mujer en comandar las Fuerzas Armadas de Canadá, respondió contundentemente a los comentarios del senador republicano de Idaho, Jim Risch, quien cuestionó el rol de las mujeres en las unidades de combate.
Durante el Foro Internacional de Seguridad de Halifax, celebrado el pasado fin de semana, Carignan expresó su desacuerdo con las declaraciones de Risch, quien, al ser preguntado sobre si Pete Hegseth, nominado por el presidente electo Donald Trump para el cargo de secretario de Defensa, debería retractarse de sus comentarios sobre la integración de hombres y mujeres en unidades de combate, afirmó que la inclusión de mujeres en combate crea «situaciones únicas» que deben ser gestionadas.
Carignan, quien se convirtió en la primera mujer en dirigir las Fuerzas Armadas de cualquier país del Grupo de los 20 o del Grupo de los Siete, fue tajante en su respuesta durante una sesión del foro. «Si me lo permiten, me gustaría responder a la declaración del senador Risch sobre las mujeres en combate, porque no quiero que nadie se lleve la idea de que las mujeres son una distracción para la defensa y la seguridad nacional», dijo la general, subrayando que en pleno 2024 aún se cuestiona la valiosa contribución de las mujeres a la defensa de sus países.
«Después de 39 años como oficial de armas de combate, arriesgando mi vida en numerosas operaciones en todo el mundo, no puedo creer que todavía tengamos que justificar la contribución de las mujeres a la defensa y al servicio de su país», añadió Carignan, quien destacó que las mujeres han participado en combates durante siglos, aunque a menudo sin recibir el reconocimiento adecuado por su valentía y sacrificio.
En un tono firme y enfático, Carignan también aclaró que la inclusión de las mujeres en las fuerzas armadas no es «algún tipo de experimento social». «No es un experimento social», reiteró, haciendo alusión a las palabras de Risch y subrayando que las mujeres que sirven en el ejército lo hacen por una causa legítima: «Todas las mujeres que están aquí en uniforme, dispuestas a ponerse en peligro y luchar por su país, deben ser reconocidas por hacerlo». La general recibió una ovación de pie por parte de los asistentes del foro, que reúne a figuras clave en el ámbito de la defensa y la seguridad de las democracias occidentales.
La polémica sobre el rol de las mujeres en combate ha cobrado nueva relevancia tras los comentarios de Pete Hegseth, quien ha dejado claro, tanto en su libro como en entrevistas, que no considera adecuado que hombres y mujeres sirvan juntos en unidades de combate. Si Hegseth es confirmado como secretario de Defensa, podría intentar revertir la política del Pentágono, que desde hace casi una década permite que todas las funciones de combate estén abiertas a mujeres.
Las declaraciones de Hegseth han generado un torrente de reacciones a nivel mundial, tanto a favor como en contra. Mientras algunos consideran que su postura es una regresión a tiempos pasados, otros apoyan su visión sobre la división de roles en el ámbito militar. Sin embargo, para Carignan, la cuestión no es debatir sobre la presencia de mujeres en combate, sino reconocer su valor y dedicación en el servicio militar.
Carignan, además de ser la primera mujer en comandar las Fuerzas Armadas de Canadá, tiene una carrera destacada, con misiones en Irak, Afganistán, Bosnia y Siria. En los últimos años, ha desempeñado un papel crucial como jefa de conducta profesional y cultura, una posición creada en respuesta al escándalo de mala conducta sexual dentro de las fuerzas armadas de Canadá en 2021.
Su nombramiento como jefe de defensa ha llegado en un momento en que Canadá enfrenta críticas por no cumplir con el compromiso de gastar el 2% de su Producto Interno Bruto en defensa, una meta que el gobierno canadiense espera alcanzar para 2032.
Con un liderazgo histórico y un firme compromiso con la inclusión, la general Carignan continúa demostrando que las mujeres en las fuerzas armadas no son solo una parte fundamental de la defensa nacional, sino que también merecen el respeto y el reconocimiento que durante mucho tiempo se les ha negado.
Crédito fotográfico: Reuters