En una medida que ha generado amplia controversia y reacciones mixtas en el ámbito político y social del país, el gobierno de Dina Boluarte ha solicitado formalmente al Congreso de la República autorizar el ingreso de un contingente de militares estadounidenses al Perú, quienes llegarían equipados con armas de guerra. La solicitud tiene como objetivo facilitar la presencia y actividades de las fuerzas armadas de Estados Unidos durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en Lima del 15 al 17 de noviembre, y su presencia abarcaría del 4 al 24 de noviembre, con el propósito de garantizar la seguridad del evento «antes, durante y después».
Según la exposición de motivos presentada por el Ejecutivo, la autorización busca fortalecer la seguridad en el marco del APEC, un foro que reunirá a líderes de las principales economías de la región Asia-Pacífico y otros actores globales. Este evento representa no solo una oportunidad clave para el Perú en términos de diplomacia y desarrollo económico, sino también un desafío logístico y de seguridad en el que se prevé la presencia de jefes de Estado, delegaciones oficiales y una amplia cobertura mediática internacional.
La solicitud señala que los militares estadounidenses estarían respaldando la seguridad de las delegaciones, así como de las áreas donde se llevarán a cabo las reuniones, con el objetivo de prevenir incidentes de alta seguridad que pudieran afectar la imagen del país y el desarrollo del foro. Además, la carta expone que en eventos de esta magnitud, algunos países, especialmente aquellos que forman parte de la cumbre, habitualmente envían personal militar y de seguridad con armamento específico, lo cual, según el Ejecutivo, responde a estándares internacionales de protección.
La solicitud del gobierno ha generado reacciones encontradas en el Congreso peruano, donde algunos sectores expresaron preocupación por la posible “injerencia extranjera” en asuntos de seguridad nacional. Legisladores de diversas bancadas han cuestionado la justificación de permitir el ingreso de tropas extranjeras con armamento de guerra y recalcaron que es una medida sin precedentes para eventos de carácter diplomático en el país.
Parlamentarios de partidos opositores han calificado la solicitud como un “exceso de dependencia” en las fuerzas de seguridad estadounidenses y señalaron que el Perú cuenta con personal militar capacitado para garantizar la seguridad durante el evento. No obstante, desde el Ejecutivo argumentan que la colaboración con fuerzas militares de EE. UU. responde a la naturaleza del evento y a la presencia de mandatarios de alto perfil.
Algunos sectores, como la bancada oficialista y grupos de tendencia más conservadora, han expresado su respaldo a la medida, subrayando que la situación internacional actual requiere medidas de prevención excepcionales. Estos legisladores resaltan la posibilidad de amenazas en un evento de escala global como el APEC, donde la participación de figuras políticas prominentes y de medios de comunicación de todo el mundo representa un riesgo potencial.
Organizaciones de derechos humanos y representantes de la sociedad civil han manifestado su preocupación, advirtiendo sobre las posibles consecuencias de permitir el ingreso de tropas extranjeras con armas de guerra. Diversas ONGs y colectivos de derechos humanos en Perú han señalado que este tipo de medidas podría generar un “precedente peligroso” en el país, donde las fuerzas armadas extranjeras podrían intervenir en cuestiones de seguridad interna bajo la justificación de proteger eventos internacionales.
Los líderes de estas organizaciones sostienen que la presencia de militares estadounidenses armados en el territorio nacional podría incrementar el riesgo de violaciones de derechos humanos, especialmente en un contexto en el que Perú ha enfrentado situaciones de tensión social en los últimos meses. Asimismo, hicieron un llamado al Congreso para que analice en profundidad la medida y considere alternativas que respeten la autonomía y seguridad del país sin recurrir al uso de tropas extranjeras.
La solicitud del gobierno de Boluarte se encuentra actualmente bajo evaluación en el Congreso, y se espera que el tema se debata ampliamente en las próximas sesiones plenarias. El desenlace de esta solicitud podría definir el tono de las relaciones bilaterales con Estados Unidos y sentar un precedente en cuanto a la política de seguridad para eventos internacionales en el país.
La respuesta del Congreso y las posibles condiciones que se impongan para el ingreso de las fuerzas estadounidenses también podrían influir en la percepción pública del evento y la postura de otros países participantes en el foro APEC. Además, en un contexto en el que diversos países de la región han adoptado medidas de seguridad más restrictivas para eventos de alta convocatoria, el resultado de esta solicitud será observado de cerca tanto a nivel nacional como internacional.
Por ahora, el debate continúa abierto, y los próximos días serán cruciales para determinar si el Congreso aprueba o rechaza el ingreso de militares estadounidenses con armas de guerra al territorio peruano para la protección del APEC, así como para definir los límites y condiciones en los que se desarrollará esta inédita intervención en territorio nacional.