THE LATIN VOX (29 de junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El gobierno de Ontario ha dado un paso histórico al nombrar supervisores externos para cuatro consejos escolares de la provincia, incluido el mayor del país, el Consejo Escolar Público Inglés de Toronto (TDSB).
Esta medida se produce tras acusaciones de mala gestión financiera y marca un giro importante en la administración de los fondos públicos de las instituciones educativas locales.
El Ministro de Educación, Paul Calandra, anunció la intervención durante una rueda de prensa el pasado jueves. Los supervisores tendrán la tarea de estabilizar las finanzas de estos consejos escolares y asegurarse de que el dinero público se gaste de manera eficaz y responsable.
Una situación financiera alarmante
Los cuatro consejos escolares que estarán bajo supervisión externa son:
- El Consejo Escolar Público Inglés de Toronto (TDSB), el más grande del país con 579 escuelas, 239.000 estudiantes y más de 41.000 empleados.
- El Consejo Escolar Católico del Distrito de Toronto (TCDSB).
- El Consejo Escolar del Distrito de Ottawa-Carleton (OCDSB).
- El Consejo Escolar Católico del Distrito de Dufferin-Peel (DPCDSB).
Según el gobierno provincial, todos estos consejos enfrentan déficits financieros graves, con perspectivas de pérdidas alarmantes para los próximos años. Por ejemplo, el TCDSB presenta un déficit de 75 millones de dólares, mientras que el DPCDSB se encuentra «al borde de la quiebra», según lo señaló Calandra. El TDSB, por su parte, ha recurrido a ingresos no sostenibles provenientes de la venta de propiedades para intentar equilibrar sus cuentas.
Aunque el TDSB adoptó recientemente un plan de recuperación a dos años para reducir un déficit de 34,4 millones de dólares, este se basa en ventas temporales de activos y no es una solución viable a largo plazo. Esta situación ha motivado la intervención del gobierno para ejercer un control más riguroso sobre la administración financiera de los consejos escolares.
Supervisores con poderes extendidos
Los supervisores nombrados por la provincia tendrán poderes amplios para supervisar la gestión financiera y la implementación de políticas. Su principal misión será restaurar las finanzas de estos consejos, identificar posibles medidas de ahorro y mejorar la eficiencia de las actividades.
El ministro Calandra enfatizó que estas medidas son necesarias para proteger los intereses de los estudiantes y padres. «Los padres deben estar seguros de que cada dólar se gasta en el bienestar de los estudiantes», comentó.
Financiación récord en educación, pero problemas de gestión
A pesar de la intervención en varios consejos escolares, el ministro defendió la financiación provincial para la educación, afirmando que Ontario sigue proporcionando un financiamiento récord para el sector. En el presupuesto de 2025-2026, la provincia destinará 30,3 mil millones de dólares a la educación.
Sin embargo, la crisis financiera en algunos consejos escolares ha sacado a la luz una cuestión más profunda: la gestión de los fondos públicos en el ámbito educativo. Aunque la mayoría de los consejos gestionan correctamente sus presupuestos, casos de mala gestión, como los observados en los consejos de Brant Haldimand Norfolk y Thames Valley, han generado una gran indignación.
Estos consejos fueron noticia después de escándalos relacionados con gastos extravagantes, como un viaje a Italia por 190.000 dólares para comprar obras de arte, o una retiro de lujo de 40.000 dólares en Toronto.
Un clima de desconfianza creciente
Las decisiones recientes ponen de manifiesto un aumento en la desconfianza entre el gobierno provincial y algunas instituciones educativas locales. La intervención del Ministerio de Educación, respaldada por la posible aprobación de la Ley 33, permitirá al Estado asumir un control aún mayor sobre los consejos escolares en caso de incumplimiento de sus responsabilidades.
Este proyecto de ley, que aún está en discusión, otorgaría al Ministerio de Educación poderes expandidos para intervenir rápidamente en situaciones de crisis financiera. El Ministro Calandra expresó su esperanza de que esta ley sea aprobada antes de que termine el año.
Un llamado a la reforma y a la transparencia
El Ministro hizo un llamado a una reforma estructural dentro del sistema educativo, instando a todos los consejos escolares a priorizar a los estudiantes y docentes. «Debemos llevar los recursos de vuelta al aula», insistió.
Si bien esta intervención es necesaria para restablecer la disciplina financiera, también plantea preguntas sobre la eficacia del sistema educativo provincial y las prácticas de gestión de los fondos públicos en un sector tan crucial como la educación.
A medida que la provincia de Ontario continúa invirtiendo grandes sumas en el sector educativo, esta crisis financiera pone de relieve la necesidad de una gestión más rigurosa y responsable de los recursos asignados a la educación, para garantizar que los estudiantes reciban el entorno de aprendizaje que merecen.
Un futuro incierto
Las próximas semanas y meses serán cruciales para el futuro de estos consejos escolares bajo supervisión.
El tiempo que los supervisores necesitarán para implementar reformas estructurales podría ser largo, pero una cosa es segura: Ontario está decidido a restaurar el equilibrio financiero, aunque ello signifique aplicar medidas de control más estrictas y una supervisión más detallada de los fondos públicos en el sector educativo.
Crédito fotográfico: Randy Barba