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THE LATIN VOX (31 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El gobierno federal de Canadá podría estar reconsiderando el aumento de los impuestos a las ganancias de capital, una de las medidas clave anunciadas en el último presupuesto federal, según informó CBC News. Las autoridades gubernamentales podrían retrasar la implementación de los cambios, lo que, de concretarse, podría retrasar cualquier decisión final sobre el aumento hasta después de las próximas elecciones federales, lo que pondría en riesgo la ejecución de esta medida fiscal.
Este giro inesperado ha causado sorpresa en muchos sectores, incluido el grupo de presión más influyente para las pequeñas y medianas empresas, la Federación Canadiense de Negocios Independientes (CFIB).
Su presidente, Dan Kelly, expresó su satisfacción ante la noticia, aunque manifestó que aún existen incertidumbres sobre los detalles específicos de lo que se cambiaría. «Es una sorpresa, pero es una noticia bienvenida», comentó Kelly, quien se oponía firmemente al aumento de impuestos desde su anuncio inicial.
Una medida de «justicia para todas las generaciones»
El aumento de impuestos a las ganancias de capital había sido una de las propuestas centrales del presupuesto federal anterior, el cual fue promocionado como un plan que brindaría «justicia para todas las generaciones».
La medida contemplaba incrementar los impuestos sobre las ganancias de capital superiores a los 250,000 dólares canadienses para individuos, elevando lo que se conoce como la «tasa de inclusión» del 50% al 66%. Las ganancias de capital de las corporaciones y los fideicomisos también habrían incrementado a dos tercios.
La entonces ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, había señalado que el aumento de impuestos era una respuesta a lo que consideraba problemas de «justicia fiscal». Según Freeland, los fondos generados por estos cambios serían cruciales para financiar programas de atención médica, cuidado infantil, transición energética y otros proyectos clave para el bienestar social. Sin embargo, tras asumir su candidatura a la liderazón del Partido Liberal, Freeland ha distanciado su imagen de esta política fiscal.
Posibles consecuencias económicas
Aunque algunos grupos empresariales, especialmente aquellos en los sectores de tecnología y salud, se han mostrado en contra de los aumentos, el economista Jim Stanford, director del Centro para el Futuro del Trabajo en Vancouver, consideró que la medida era justa y necesaria.
Stanford defendió que el aumento de impuestos podría generar ingresos fundamentales para proyectos como la vivienda asequible o la atención médica, y que su anulación beneficiaría a un pequeño grupo de corporaciones y grandes inversionistas. «Los únicos que se beneficiarían de la marcha atrás son las grandes empresas y los inversores más ricos», expresó Stanford.
Por otro lado, grupos empresariales como la Cámara de Comercio de Calgary, representada por su presidenta Deborah Yedlin, argumentan que el aumento de impuestos a las ganancias de capital podría desalentar la inversión, especialmente en un contexto económico incierto.
Yedlin sostuvo que aumentar la tasa de inclusión de las ganancias de capital envía una señal negativa a los inversionistas. Sin embargo, Stanford discrepó, señalando que factores externos, como las tarifas impuestas por Donald Trump, eran mucho más relevantes para la inversión en Canadá que los cambios en los impuestos sobre las ganancias de capital.
Desajustes y sorpresas administrativas
La Agencia de Ingresos de Canadá (CRA) ya había comenzado a recaudar los impuestos bajo la nueva tasa, a pesar de que la legislación relevante aún no había sido aprobada, lo que refleja la práctica habitual del gobierno de implementar propuestas fiscales de manera anticipada cuando están en discusión parlamentaria. Esto fue explicado por la agencia como una medida para asegurar la consistencia y equidad en el tratamiento de todos los contribuyentes.
Tanto la CFIB como la Cámara de Comercio de Calgary han solicitado al gobierno una aclaración formal sobre si el posible retroceso en los impuestos será retroactivo o solo aplicará hacia el futuro. Dan Kelly, presidente de la CFIB, subrayó que, aunque la noticia es alentadora, la incertidumbre persiste y solo estará tranquilo cuando se confirme que el aumento ha sido cancelado por completo.
«Lo describiría como algo que está en soporte vital en este momento», dijo Kelly, refiriéndose al estado de la propuesta fiscal.
Un futuro incierto
Este posible cambio en la política fiscal refleja el delicado equilibrio entre las necesidades de recaudar fondos para programas sociales y la presión de sectores empresariales que temen que los aumentos de impuestos afecten negativamente el entorno económico y las inversiones en Canadá. Mientras tanto, los ciudadanos, las empresas y los inversores seguirán observando de cerca cómo se resuelve esta disputa fiscal, que podría tener repercusiones significativas para la economía del país en los próximos años.
La resolución de este tema estará determinada en gran medida por la postura que tome el gobierno canadiense en los próximos meses, justo antes de las elecciones federales, lo que añade una capa extra de incertidumbre política a un debate que ya es de por sí polémico.
Crédito fotográfico: Press Progress