Los gobiernos de América Latina han expresado su apoyo a México después de que la policía ecuatoriana irrumpiera en la Embajada de México en Quito para arrestar al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas. Este político controvertido, que había recibido asilo por parte de las autoridades mexicanas, fue detenido durante la redada del viernes por la noche, lo que causó indignación en la Ciudad de México y llevó a la suspensión de las relaciones diplomáticas con Quito.
Glas, de 54 años, había estado residiendo en la embajada desde diciembre, buscando asilo político debido a una orden de arresto preventivo relacionada con otro caso de corrupción. México había concedido su solicitud de asilo horas antes de que se llevara a cabo la inusual incursión diplomática y el arresto.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, condenó enérgicamente el asalto, calificándolo de acto “autoritario” y una violación del derecho internacional y la soberanía de México. Según el derecho internacional, las embajadas se consideran territorio soberano del país que representan, lo que hace que las acciones de Ecuador sean una grave violación de las normas diplomáticas.
El gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, defendió la medida, argumentando que las protecciones de asilo de México para Glas eran ilegales debido a las acusaciones de corrupción que enfrenta. Glas, quien se desempeñó como vicepresidente durante el gobierno de izquierda de Rafael Correa entre 2013 y 2017, ha denunciado persecución política, una afirmación que el gobierno ecuatoriano niega.
El abogado internacional de Glas, Sonia Vera, declaró que su equipo legal está buscando ayuda de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, las Naciones Unidas y la Asamblea General.
Imágenes en las redes sociales mostraron a Glas siendo escoltado por un convoy policial al aeropuerto de Quito, rodeado de soldados fuertemente armados, antes de abordar un avión con destino a una prisión en Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador. Gobiernos de todo el espectro político en América Latina, incluidos Brasil, Colombia, Argentina y Uruguay, han criticado duramente el asalto a la embajada. Fotos en las redes sociales, incluida una publicada por el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, parecían mostrar que la pared de la embajada estaba siendo escalada por policías o soldados armados, aunque Reuters no pudo confirmar de inmediato la autenticidad de las imágenes.