
THE LATIN VOX (2 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un fallo que podría marcar un precedente histórico en la lucha por la privacidad digital, un jurado de California ha dictaminado que Google deberá pagar 314.6 millones de dólares a usuarios de teléfonos Android en ese estado por recolectar datos sin su consentimiento mientras los dispositivos estaban en reposo.
La demanda, presentada en 2019 como una acción colectiva, representa a unos 14 millones de californianos que utilizan dispositivos con el sistema operativo Android, propiedad de Alphabet, la empresa matriz de Google.
Según los demandantes, la compañía accedió y utilizó datos personales incluso cuando los teléfonos no estaban siendo utilizados activamente, incurriendo en un consumo de datos móviles que generó gastos para los usuarios y beneficios para Google, especialmente en el ámbito de la publicidad personalizada.
“El veredicto valida con contundencia los méritos del caso y refleja la gravedad de la mala conducta de Google”, declaró el abogado de los demandantes, Glen Summers, tras conocerse la sentencia.
Un fallo con peso simbólico
El jurado consideró que Google actuó sin autorización al enviar y recibir información desde los teléfonos cuando estaban inactivos, creando lo que la demanda calificó como “cargas obligatorias e inevitables que los usuarios de Android debieron soportar en beneficio de Google”.
Aunque la empresa ha argumentado que estos procesos son esenciales para el funcionamiento y seguridad del sistema operativo Android, el jurado se alineó con los usuarios, señalando que la empresa no había obtenido el consentimiento claro y explícito requerido por la legislación estatal de privacidad.
Google responde, pero prepara su defensa
El portavoz de Google, José Castañeda, anunció que la empresa planea apelar el fallo, alegando que este “malinterpreta servicios que son fundamentales para la seguridad, el rendimiento y la fiabilidad de los dispositivos Android”. Google también sostiene que los usuarios aceptaron los términos de uso y políticas de privacidad que explican este tipo de transferencias de datos.
No obstante, los demandantes argumentan que dichos términos eran opacos, complejos y no revelaban con claridad la magnitud del acceso que Google tendría a sus dispositivos.
¿Y el resto del país?
Este veredicto no será el último enfrentamiento legal para el gigante tecnológico. Un segundo caso, similar al californiano, está programado para ir a juicio en abril de 2026 en la corte federal de San José. En esa demanda, otro grupo de abogados busca representar a los usuarios de Android de los otros 49 estados estadounidenses, lo que podría exponer a Google a sanciones mucho más amplias si se dicta un fallo similar.
Un nuevo capítulo en la batalla por la privacidad
Este caso vuelve a poner sobre la mesa una cuestión clave en la era digital: ¿hasta qué punto pueden las grandes tecnológicas recolectar y usar datos personales sin una autorización explícita? Para muchos expertos en privacidad y derechos digitales, el fallo del jurado en California podría ser un punto de inflexión.
Mientras gobiernos y ciudadanos del mundo debaten sobre la regulación de la inteligencia artificial y el uso masivo de datos, el veredicto contra Google envía un mensaje claro: incluso los gigantes tecnológicos deben rendir cuentas cuando traspasan los límites de la privacidad individual.
En un ecosistema donde los datos son el nuevo petróleo, esta victoria judicial podría marcar el inicio de una nueva era de protección para los usuarios. Pero Google, con su vasto equipo legal y recursos casi ilimitados, no se rendirá fácilmente. El campo de batalla apenas comienza a definirse.
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