
THE LATIN VOX (13 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un giro significativo respecto a sus principios anteriores, Google defendió este miércoles la decisión de eliminar sus compromisos en torno a la inteligencia artificial (IA) y sus objetivos de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés), en una reunión con todos sus empleados.
Los ejecutivos de la compañía, encabezados por Sundar Pichai, CEO de Google, y Kent Walker, director legal, explicaron cómo la empresa ha comenzado a desmantelar sus programas de formación en diversidad y a modificar sus principios en relación con el desarrollo de IA para fines militares y de vigilancia.
Melonie Parker, hasta hace poco responsable de la diversidad en Google, informó que la empresa dejaría de lado los programas de capacitación en diversidad e inclusión para empleados y actualizaría aquellos programas más amplios que contenían contenido DEI.
Esta fue la primera vez que los altos ejecutivos de Google abordaron directamente estas cuestiones desde que la compañía anunciara su decisión de retirar los objetivos de contratación para fomentar la diversidad y eliminar el compromiso de no desarrollar IA para fines bélicos.
Una decisión en respuesta a cambios regulatorios y geopolíticos
La decisión de Google de retirar sus promesas de no desarrollar IA para la creación de armas y su vinculación con la vigilancia ha generado una gran controversia interna. Durante la reunión, Walker justificó la medida diciendo que el contexto había cambiado considerablemente desde que Google presentó sus principios de IA en 2018, los cuales comprometían a la empresa a no construir IA para fines perjudiciales.
En su defensa, señaló que la compañía ahora se ve en la necesidad de participar en discusiones geopolíticas más amplias, algo que, según él, es “bueno para la sociedad”. Aseguró que el cambio de postura se debía a un entorno internacional más complejo y que el cumplimiento de normativas gubernamentales era fundamental para operar en los distintos países donde Google tiene presencia.
Por su parte, Pichai explicó que, si bien Google ha “siempre cuidado profundamente” la contratación de una fuerza laboral que refleje la diversidad de sus usuarios globales, ahora se ve obligada a cumplir con las regulaciones legales vigentes en cada territorio.
«Nuestros valores son perdurables, pero tenemos que cumplir con las directrices legales a medida que evolucionan», afirmó el CEO, señalando que las normas de contratación y los compromisos previos con la diversidad ya no podían mantenerse frente a los cambios regulatorios y las presiones externas.
El rol de Google en la defensa y el reconocimiento de nuevas realidades
La revisión de los compromisos de Google también responde a las políticas impulsadas por la administración de Donald Trump, que ha presionado para desmontar iniciativas DEI dentro de los contratos federales.
Google, en su calidad de contratista federal, ha comenzado a revaluar todos sus programas en consonancia con estos cambios en las políticas del gobierno de EE.UU. De hecho, el puesto de Parker fue reformulado, pasando de ser directora de diversidad a vicepresidenta de Participación de los Empleados, lo que refleja un cambio de enfoque hacia una gestión interna más alineada con las exigencias del contexto político y empresarial.
Sin embargo, esta mudanza no ha sido recibida positivamente por los empleados. Activistas dentro de la compañía, como los organizadores del colectivo No Tech for Apartheid, han señalado que estas decisiones no son un simple cambio de enfoque, sino que están directamente relacionadas con la búsqueda de contratos gubernamentales de defensa.
Según ellos, Google se está alineando con los intereses de contratistas militares al desmantelar programas de DEI, una estrategia para minimizar “riesgos” legales que podrían afectar sus relaciones con gobiernos, especialmente con el Departamento de Defensa de EE. UU.
La persistencia del compromiso con la innovación y el impacto social
A pesar de la controversia, Google mantiene que la reorientación de sus principios no significa un abandono completo de los valores de responsabilidad social.
Según Walker, la compañía seguirá orientando su trabajo hacia la mejora de la seguridad cibernética, la biología y otras áreas donde la IA puede tener aplicaciones positivas, pero subrayó que las estrictas prohibiciones iniciales no encajan con las conversaciones actuales sobre la innovación y el progreso tecnológico.
No obstante, la comunidad interna de Google continúa cuestionando cómo la empresa garantizará que su IA no se utilice para fines dañinos, como la fabricación de armas o la vigilancia masiva. A pesar de que los directivos han afirmado que los beneficios de la IA superan los riesgos, los empleados no han dejado de expresar su preocupación por el rumbo que la empresa ha tomado.
El uso de IA en la selección de preguntas por parte de los empleados, una herramienta ahora empleada por la compañía para agilizar el proceso de consulta interna, también ha sido criticada. Los empleados han señalado que las respuestas generadas por esta herramienta no siempre abordan sus preocupaciones de manera efectiva, lo que ha generado más frustración entre los trabajadores.
El futuro de la relación de Google con la defensa y la diversidad
La decisión de Google de retirarse de sus compromisos anteriores en relación con la IA y la diversidad marca un punto de inflexión significativo para la compañía. Aunque la empresa sostiene que sigue comprometida con la innovación ética, la creciente interacción con el sector militar y la eliminación de sus políticas de diversidad reflejan un cambio hacia una postura más pragmática, alineada con las demandas del mercado y las políticas gubernamentales.
A medida que Google navega por estos nuevos desafíos, la presión sobre la compañía para equilibrar sus valores corporativos con las exigencias del mercado y del gobierno probablemente continuará intensificándose.
Si bien sus ejecutivos insisten en que estas medidas son necesarias para el futuro de la compañía, los empleados y los activistas seguirán vigilantes, cuestionando si Google realmente puede seguir siendo un líder en ética tecnológica mientras busca contratos lucrativos con gobiernos y fuerzas armadas.
Crédito fotográfico: Fox Business