Google, OpenAI y xAI de Elon Musk obtienen contratos millonarios del Pentágono para fortalecer inteligencia artificial militar

To shared

THE LATIN VOX (16 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En un movimiento que refuerza el papel estratégico de la inteligencia artificial en la defensa nacional, el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) ha otorgado contratos de hasta 200 millones de dólares cada uno a cuatro gigantes tecnológicos: OpenAI, Google (Alphabet), Anthropic y xAI, la empresa de inteligencia artificial de Elon Musk.

La decisión, anunciada este lunes por la Oficina del Jefe Digital y de Inteligencia Artificial del Pentágono, marca un punto de inflexión en la adopción de tecnologías avanzadas para aplicaciones militares y de seguridad nacional. Los contratos están destinados a desarrollar flujos de trabajo de IA «agéntica» (capaz de actuar de forma autónoma) que ayuden a enfrentar desafíos críticos de seguridad nacional, tanto en el campo de batalla como en los sistemas de apoyo administrativo.

“La adopción de la inteligencia artificial está transformando la capacidad del Departamento de Defensa para apoyar a nuestros combatientes y mantener una ventaja estratégica sobre nuestros adversarios”, declaró Doug Matty, jefe de inteligencia artificial del Pentágono.

¿Qué es la IA “agéntica”?

Los contratos buscan avanzar en el desarrollo de lo que el gobierno llama IA agéntica, sistemas capaces de ejecutar tareas complejas de manera autónoma, adaptarse a entornos dinámicos y asistir en la toma de decisiones tácticas y estratégicas. En términos prácticos, esto podría significar desde sistemas autónomos para análisis de inteligencia hasta asistentes virtuales de campo para soldados o herramientas de ciberdefensa automatizada.

Grok para el gobierno: la apuesta de Musk

La noticia coincidió con el anuncio de xAI, la firma de Elon Musk, sobre el lanzamiento de su nueva suite de productos “Grok for Government”, basada en su último modelo de lenguaje Grok 4. Este paquete estará disponible para clientes federales, estatales y de seguridad nacional.

El producto busca competir directamente con herramientas de IA como ChatGPT (de OpenAI) y Gemini (de Google), que ya están siendo probadas por múltiples agencias gubernamentales.

Una carrera tecnológica con implicaciones globales

La administración Trump, en una decisión paralela, ha revocado una orden ejecutiva de 2023 del expresidente Biden que exigía mayor transparencia y control sobre los riesgos de IA, como el uso indebido de datos o la generación de desinformación.

El nuevo enfoque, más desregulado y favorable a la innovación, pretende acelerar la integración de la IA en agencias federales y sistemas militares.

Trump ha afirmado públicamente que Estados Unidos no puede permitirse quedar atrás en la carrera por la supremacía de la IA, especialmente frente a competidores como China. La orden ejecutiva firmada en abril desde la Casa Blanca impulsa explícitamente a las agencias federales a adoptar IA de vanguardia de manera agresiva.

Preocupaciones por competencia y control

A pesar del entusiasmo oficial, la concentración de contratos entre un pequeño grupo de empresas ha generado inquietudes. En mayo, la senadora demócrata Elizabeth Warren instó al Departamento de Defensa a garantizar procesos competitivos y transparentes para los contratos de IA, advirtiendo sobre la posibilidad de dependencia excesiva en un puñado de actores privados con poder desmedido sobre herramientas críticas.

Sin embargo, el Pentágono insiste en que los contratos actuales se centran en el desarrollo de prototipos y capacidades experimentales, no en implementaciones a gran escala.

Una nueva era de guerra tecnológica

El contrato otorgado previamente a OpenAI, por valor de $200 millones, ya había generado titulares. Según el Pentágono, la empresa responsable de ChatGPT trabajará en el desarrollo de “capacidades fronterizas” de IA tanto para operaciones militares directas como para sistemas de gestión interna del Departamento de Defensa.

En conjunto, estos contratos reflejan una creciente fusión entre la industria tecnológica civil y el aparato militar estadounidense, en lo que muchos analistas describen como la militarización de la inteligencia artificial.

¿Qué sigue?

Con estos acuerdos multimillonarios, el gobierno de EE. UU. refuerza su apuesta por dominar el próximo gran campo de competencia global: la inteligencia artificial estratégica.

La colaboración entre Silicon Valley y el Pentágono no es nueva, pero ahora entra en una fase sin precedentes de escala y ambición, donde el software no solo impulsa dispositivos inteligentes, sino que también moldea el futuro de la seguridad global.

Mientras tanto, el resto del mundo observa con atención cómo se redefinen los límites entre innovación, defensa y poder.

Crédito fotográfico: Bloomberg


To shared