Groelandia: Ciudadanos rechazan la propuesta de Trump de unirse a EE.UU. y defienden su autonomía

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THE LATIN VOX (29 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

A pesar de las declaraciones del expresidente Donald Trump, quien afirmó que los habitantes de Groenlandia «quieren estar con nosotros», una reciente encuesta de opinión ha dejado claro que la vasta mayoría de la población groenlandesa rechaza la idea de que la isla se convierta en parte de los Estados Unidos.

La encuesta, realizada por la firma Verian y encargada por el periódico danés Berlingske, revela que el 85% de los groenlandeses no desean que su territorio se incorpore a EE. UU., con solo un 6% a favor y un 9% indeciso.

El interés de Trump en Groenlandia no es nuevo. Desde su reelección, el expresidente ha expresado reiteradamente su deseo de adquirir la isla ártica, que, aunque está bajo la soberanía de Dinamarca, goza de un alto grado de autonomía.

Durante una conversación a bordo del Air Force One, Trump afirmó: «Creo que lo vamos a tener», y subrayó que los 57,000 residentes de Groenlandia «quieren estar con nosotros». Sin embargo, los groenlandeses han dejado claro en múltiples ocasiones que prefieren mantener su independencia y decidir su futuro sin injerencias externas.

Este rechazo rotundo coincide con un momento clave en la política internacional. Mientras Trump persiste en sus ambiciones geopolíticas, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, está trabajando arduamente para defender los intereses de Dinamarca y de su territorio autónomo en un contexto global cada vez más incierto.

Tras sus visitas a Berlín, París y Bruselas, Frederiksen ha subrayado la necesidad de que Europa «se mantenga unida» frente a los cambios en las relaciones con Estados Unidos. En declaraciones a la prensa, insistió en que Europa debe estar preparada para asumir un rol más activo en su seguridad, especialmente ante la reaparición de Trump, quien ha amenazado con aplicar aranceles y, en ocasiones, con recurrir a la fuerza militar para conseguir sus objetivos.

A nivel europeo, los líderes han mostrado cautela ante las provocaciones de Trump. Durante una rueda de prensa conjunta con Frederiksen, el canciller alemán, Olaf Scholz, reafirmó la posición de la UE al declarar que «las fronteras no deben ser movidas por la fuerza», una declaración que parecía dirigida indirectamente a las amenazas del expresidente estadounidense sobre Groenlandia.

Scholz también hizo énfasis en la importancia de la unidad europea y en cómo la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto de relieve la necesidad de que Europa asuma una mayor responsabilidad en su propia defensa.

En respuesta a la creciente tensión, Dinamarca ha comenzado a reforzar su presencia en Groenlandia. La reciente asignación de 14.6 mil millones de coronas danesas para mejorar la vigilancia y la soberanía en la región incluye la adquisición de nuevos barcos árticos, drones de largo alcance y capacidades satelitales avanzadas. Esta iniciativa tiene como objetivo demostrar la capacidad de Dinamarca para proteger Groenlandia y su territorio ante cualquier amenaza externa, incluida la creciente presión de los Estados Unidos.

No obstante, este episodio también ha puesto de manifiesto la compleja relación de Groenlandia con las potencias extranjeras. Aunque los líderes groenlandeses han rechazado la idea de integrarse a los Estados Unidos, también han subrayado la importancia de mantener el control sobre sus propios recursos y decisiones políticas.

En este contexto, el Consejo Circumpolar Inuit, que representa a las comunidades inuit de Alaska, Canadá, Chukotka y Groenlandia, ha advertido sobre los peligros de la colonización moderna, enfatizando que la verdadera prioridad debe ser mejorar la calidad de vida y la autodeterminación de los pueblos indígenas en todas estas regiones.

Este conflicto sobre Groenlandia refleja no solo las ambiciones geopolíticas de Estados Unidos, sino también el creciente interés por los recursos estratégicos del Ártico, un área rica en minerales y energía, cuyo valor es cada vez más relevante en el escenario global.

Sin embargo, las respuestas de los groenlandeses, de Dinamarca y de otros actores internacionales dejan claro que la soberanía y la autodeterminación de las naciones y los pueblos no deben ser ignoradas en el proceso.

Mientras tanto, el futuro de Groenlandia parece estar en manos de sus propios habitantes, quienes han dejado claro que no desean convertirse en una pieza de ajedrez en el tablero de la política internacional. La isla continúa defendiendo su autonomía frente a las presiones externas, mientras Europa se prepara para afrontar una nueva era de relaciones con Estados Unidos, marcada por incertidumbres y desafíos geopolíticos.

Crédito fotográfico: Groelandia Blog


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