Grupos indígenas rechazan el proyecto de ley de Quebec sobre la seguridad cultural en la salud

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El gobierno de Quebec presentó el martes un proyecto de ley que pretende garantizar la seguridad cultural de los pueblos indígenas en el sistema de salud. Sin embargo, algunos grupos indígenas han criticado la medida por considerarla insuficiente y poco consultada.

El proyecto de ley 79 busca reconocer el derecho de los pueblos indígenas a recibir servicios de salud y servicios sociales culturalmente seguros, adaptados a sus necesidades y respetuosos de su identidad. También prevé la creación de un comité asesor formado por representantes indígenas y del gobierno para supervisar la aplicación de la ley.

El ministro de Salud, Christian Dubé, dijo que el proyecto de ley es una respuesta a las recomendaciones de la comisión Viens, que investigó la discriminación y el racismo sistémico contra los indígenas en los servicios públicos de Quebec. Dubé afirmó que el gobierno ha consultado a más de 50 organizaciones indígenas para elaborar el proyecto de ley.

Sin embargo, algunos grupos indígenas han expresado su descontento con el proyecto de ley y con el proceso de consulta. La Asamblea de Primeras Naciones de Quebec y Labrador (APNQL) dijo que el proyecto de ley es “inaceptable” y que no refleja las demandas de las comunidades indígenas. La APNQL acusó al gobierno de ignorar sus propuestas y de imponer su visión unilateral.

La Asociación de Mujeres Nativas de Quebec (NWAC) también rechazó el proyecto de ley y dijo que no aborda las causas profundas del racismo y la violencia contra las mujeres indígenas. La NWAC pidió al gobierno que reconozca la existencia del racismo sistémico y que tome medidas concretas para eliminarlo.

El proyecto de ley 79 se suma a otras iniciativas del gobierno de Quebec para mejorar las relaciones con los pueblos indígenas, como la creación de un ministerio dedicado a los asuntos indígenas y la adopción de una declaración conjunta sobre la reconciliación. Sin embargo, estos gestos no han logrado convencer a muchos líderes y activistas indígenas, que siguen denunciando la falta de diálogo y respeto por parte del gobierno.


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