
THE LATIN VOX (26 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un nuevo intento por recuperar el control frente al caos que domina sus calles, Haití ha enviado esta semana a 150 soldados a México para recibir entrenamiento militar, como parte de un ambicioso programa que incluirá a un total de 700 efectivos.
La medida busca fortalecer la capacidad del país caribeño para enfrentar la creciente violencia de pandillas que ha dejado miles de muertos y desplazados.
Los soldados partieron de la capital haitiana el jueves y permanecerán tres meses en México, donde recibirán formación especializada.
Aunque los detalles del curso aún no han sido confirmados por el gobierno mexicano, se espera que el entrenamiento incluya tácticas de combate urbano, inteligencia operativa y control de territorio, áreas en las que las fuerzas de seguridad mexicanas tienen amplia —aunque polémica— experiencia debido a su lucha constante contra cárteles del narcotráfico.
Un país bajo sitio
Actualmente, más del 80% de Puerto Príncipe está bajo control de pandillas, según estimaciones de la ONU. La violencia ha generado una crisis humanitaria de gran escala, con más de 1.3 millones de personas desplazadas internamente y zonas rurales como Artibonite cayendo bajo dominio de grupos armados.
La semana pasada, ataques en esta región agrícola clave obligaron a más de 15,000 personas a abandonar sus hogares. Las autoridades haitianas insisten en que el fortalecimiento de sus propias fuerzas es esencial para detener esta expansión criminal.
Una estrategia a largo plazo
El primer ministro haitiano, Alix Didier Fils-Aimé, afirmó que el programa de entrenamiento es parte de una hoja de ruta más amplia enfocada en tres frentes: seguridad, institucionalidad y elecciones.
“Esta iniciativa ilustra la firme determinación del gobierno para restablecer el orden republicano, reinstaurar la autoridad del Estado en todo el territorio y garantizar la protección de cada ciudadano”, declaró en un comunicado oficial.
Además del componente militar, el plan contempla la reactivación de instituciones públicas colapsadas y la preparación para unos comicios largamente esperados, cuya realización ha sido postergada en repetidas ocasiones por la falta de condiciones mínimas de seguridad.
Apoyo internacional limitado y resultados mixtos
El entrenamiento en México se suma a esfuerzos previos por parte de la comunidad internacional para ayudar a Haití. El año pasado, el país recibió a centenares de policías kenianos como parte de una misión multinacional de seguridad (MSS) financiada principalmente por Estados Unidos.
Sin embargo, los resultados han sido limitados: al menos dos agentes kenianos han sido asesinados y la violencia no ha disminuido. De hecho, se ha desplazado geográficamente hacia áreas rurales, ampliando el alcance territorial de las pandillas.
A pesar del apoyo internacional, muchos expertos critican la falta de una estrategia coordinada a largo plazo y temen que los entrenamientos y misiones extranjeras no sean suficientes sin una reforma profunda del sistema judicial, policial y político de Haití.
México, entre solidaridad y sus propios desafíos
La participación de México en esta iniciativa ha generado interés, considerando que el país latinoamericano también enfrenta niveles extremos de violencia criminal.
Aunque sus fuerzas de seguridad han ganado experiencia en la lucha contra organizaciones armadas, los índices de homicidio continúan siendo alarmantes, y muchas de las estrategias implementadas en su territorio han sido objeto de controversia.
No obstante, la cooperación con Haití representa un gesto de solidaridad regional, así como una oportunidad para fortalecer lazos diplomáticos en un momento en que la estabilidad del Caribe es un asunto de creciente preocupación hemisférica.
¿Un nuevo comienzo para Haití?
El envío de tropas a México simboliza una apuesta del gobierno haitiano por recuperar el control del país desde dentro, fortaleciendo su capacidad institucional antes que depender exclusivamente de actores externos.
Pero la pregunta persiste: ¿bastará con preparar a 700 soldados para contener una red de pandillas que controla barrios enteros, corredores económicos clave y gran parte del aparato informal de seguridad?
Por ahora, el futuro de Haití sigue pendiendo de un delicado equilibrio entre promesas políticas, apoyo internacional y la urgencia de resultados visibles. La misión en México podría ser un primer paso… siempre y cuando no sea el último.
Crédito fotográfico: CNN