
THE LATIN VOX (28 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
Una ballena jorobada (*ballena jorobada) sin vida fue encontrada en la costa de la isla de Keats, a unas pocas millas náuticas del sitio donde días antes se había producido un presunto impacto entre un barco de avistamiento de cetáceos y otro ejemplar de la misma especie. El hallazgo ha activado una investigación oficial para determinar si la colisión participó en la muerte del cetáceo.
Los hechos: ubicación, hallazgo y contexto
El cadáver de la ballena apareció varado en una playa remota de Keats Island, al norte de Vancouver, en un área frecuentada por la actividad de avistamiento de ballenas. Las autoridades locales, luego de recibir el reporte, acudieron al lugar para realizar los protocolos correspondientes.
Anteriormente, un vehículo de turismo marítimo había reportado un incidente de impacto contra una ballena jorobada en aguas cercanas, el pasado 23 de octubre, también en el área de English Bay. Tras ese choque, los operadores habían observado una cría de ballena con heridas graves.
Aunque aún no se ha confirmado que el ejemplar hallado corresponda al mismo animal lesionado en el choque, su cercanía temporal y espacial hace que los investigadores consideren probable algún vínculo entre los eventos.
Importancia del caso: efectos sobre la fauna marina y la industria turística
La ballena jorobada es parte de un ecosistema costero delicado, donde la combinación de tráfico marítimo, turismo, rutas migratorias y hábitat de alimentación la hace especialmente vulnerable. El incidente en Keats Island pone de relieve los siguientes puntos:
- Riesgo asociado al tráfico náutico y turismo de observación de cetáceos: Las actividades recreativas implican embarcaciones que operan en rutas donde las ballenas vienen a respirar, alimentarse o migrar. El choque confirma un peligro real.
- Necesidad de protocolos de seguridad y coexistencia: Este hallazgo hará que autoridades y operadores revisen regulaciones sobre velocidad, rutas, zonas de exclusión y monitoreo en tiempo real de presencia de cetáceos.
- Impacto ecológico y simbólico: La muerte de un individuo se conecta a una población más amplia y puede indicar patrones de estrés ambiental, alteración de hábitat o efectos secundarios de la actividad humana.
- Consecuencias para la industria: Los operadores de avistamiento de ballenas podrían enfrentar sanciones, campañas de reputación o exigencias regulatorias más estrictas, lo que afecta su modelo de negocio. Una empresa ya ha declarado sentirse “devastada” tras el incidente reportado.
¿Qué se hará ahora? Procedimiento de investigación
Las autoridades ambientales de la Columbia Británica, junto con organizaciones de conservación marina, desplegarán los siguientes pasos:
- Necropsia del cetáceo: El esqueleto y los tejidos se someterán a examen para identificar lesiones por impacto, contusiones, marcas de hélice, hemorragias internas o infección secundaria.
- Análisis de datos náuticos: Se revisarán los registros de GPS de embarcaciones turísticas operando en la zona, velocidades registradas, rutas concurrentes y presencia de ballenas en mapas de vigilancia.
- Revisión de protocolos de avistamiento: Evaluar si las prácticas actuales cumplen con normas de mitigación de impacto, como reducción de velocidad al acercarse a cetáceos, zonas de exclusión y programación de rutas.
- Informe y sanciones: Si se considera que hubo negligencia o infracción, el operador puede ser sancionado. También se elaborará un informe que podría recomendar cambios regulatorios.
Factores que aumentan la vulnerabilidad de las ballenas jorobadas
- La densidad de tránsito marítimo en el estrecho de Burrard y alrededor de las islas del archipiélago de la Bahía de Georgia es elevada, y muchas de esas rutas cruzan zonas donde las jorobadas se alimentan o migran.
- Las jorobadas se acercan a la superficie para respirar cada pocos minutos, lo que las coloca en riesgo cuando las embarcaciones operan a alta velocidad sin vigilancia especializada.
- Las ballenas jóvenes o debilitadas (como la cría herida observada en el incidente previo) son menos capaces de evadir embarcaciones o recuperarse de traumatismos.
- Las condiciones oceánicas están cambiando con el clima, lo que puede alterar rutas migratorias, reducir zonas de alimentación y obligar a estos mamíferos a desplazamientos más riesgosos.
Escenarios posibles y recomendaciones de futuro
Las conclusiones de la investigación podrían conducir a varios resultados:
- Escenario 1: accidente aislado: Si se determina que no hubo negligencia sistemática, se mantendrán las regulaciones actuales pero se advertirá sobre mayor vigilancia.
- Escenario 2: fallo regulatorio o negligencia: Podría originar multas, suspensión de licencias para operadores turísticos y la creación de zonas marinas protegidas o rutas modificadas.
- Escenario 3: revisión amplia del turismo de avistamiento de cetáceos: Podría conducir a un cambio de paradigma en la industria, con límites de velocidad obligatorios, aplicaciones de monitoreo en tiempo real de cetáceos y reubicación de rutas para reducir contacto directo.
Para la conservación marina, el momento es crucial: se trata de equilibrar el valor económico del ecoturismo con la responsabilidad de proteger especies que son parte del patrimonio natural y del equilibrio ecológico costero.
El hallazgo de la ballena jorobada muerta en Keats Island es más que una noticia local: es un indicador de un problema más amplio, donde la presión humana sobre los ecosistemas marinos exige revisión, acción y responsabilidad compartida. Mientras la investigación avanza, una pregunta clave queda en el aire: ¿será este incidente el catalizador para un cambio real en la relación entre el turismo marítimo y la vida silvestre en la costa de la Columbia Británica? El futuro de las jorobadas —y la forma en que las comunidades costeras interactúan con ellas— podría depender de la respuesta.
Fuente: www.timescolonist.com
Foto: Google fotos