THE LATIN VOX (8 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La policía de Ámsterdam arrestó a más de 60 personas después de lo que las autoridades calificaron como “violencia antisemita y odiosa” dirigida contra los aficionados israelíes que visitaron la ciudad para un partido de la Europa League entre el Ajax y el Maccabi Tel Aviv. El violento episodio, que tuvo lugar tras el partido el jueves por la noche, ha generado una condena generalizada a nivel internacional.
La tensión estalló cuando un grupo de seguidores del Maccabi Tel Aviv fue atacado por varias personas en la capital holandesa, en lo que se describió como un ataque de “golpes y huida”, en el cual hombres en scooters se cruzaban por la ciudad buscando a los aficionados israelíes. La situación fue tan grave que algunos de los atacantes se dieron a la fuga después de los enfrentamientos, lo que evocó a muchos recuerdos de pogromos y persecuciones en la historia del pueblo judío.
La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, condenó los ataques con dureza, describiendo lo sucedido como un «estallido» de antisemitismo en la ciudad. En sus declaraciones, Halsema expresó: «Los hombres en scooters recorrían la ciudad buscando a los aficionados israelíes. Fue un golpe y huida. Puedo entender fácilmente que esto traiga recuerdos de pogromos. Nuestra ciudad ha sido profundamente dañada. La cultura judía ha sido amenazada de manera alarmante. Este es un estallido de antisemitismo que espero no volver a ver jamás.»
El jefe de la policía de Ámsterdam, Peter Holla, explicó que los incidentes comenzaron en la noche del miércoles, cuando los aficionados del Maccabi Tel Aviv arrancaron una bandera palestina de la fachada de un edificio en el centro de la ciudad y gritaron consignas ofensivas como «fuck you, Palestina». A esto le siguió la vandalización de un taxi, lo que desató una movilización en línea para reunir a los aficionados israelíes en un casino, donde aproximadamente 400 de ellos se encontraban. La policía intervino rápidamente para escoltar a los aficionados y asegurar su salida del lugar sin incidentes adicionales.
Sin embargo, la situación empeoró al día siguiente, cuando un video verificado por Reuters mostró a los seguidores del Maccabi Tel Aviv lanzando bengalas y cantando consignas racistas, como «Olé, olé, que gane el ejército israelí, vamos a joder a los árabes». Este tipo de comportamientos incitó a que se produjeran peleas entre los grupos de aficionados en la famosa Plaza Dam de Ámsterdam, lo que obligó a la policía a intervenir en varias ocasiones.
Como respuesta a los disturbios, las autoridades locales prohibieron las manifestaciones en la ciudad durante tres días y otorgaron poderes de parada e inspección a la policía para prevenir mayores confrontaciones. A pesar de los esfuerzos por controlar la situación, el saldo de los enfrentamientos fue de cinco personas hospitalizadas y 62 arrestos. La policía aclaró que, aunque hubo informes de ataques violentos, no había pruebas de secuestros ni toma de rehenes.
En varias partes de la ciudad, los aficionados israelíes fueron atacados, insultados y recibieron proyectiles, incluidos fuegos artificiales, mientras la policía antidisturbios tuvo que intervenir para protegerlos y escoltarlos a sus hoteles. Los residentes y empresarios locales se mostraron horrorizados por lo que parecía ser un ataque organizado de pequeños grupos que perseguían a los seguidores israelíes en el centro de Ámsterdam.
Reacciones internacionales
El gobierno israelí, así como líderes de Estados Unidos y los Países Bajos, condenaron los ataques, exigiendo una respuesta firme de las autoridades holandesas. Desde Israel, un avión fue enviado para repatriar a los aficionados atacados y el avión aterrizó el viernes en el aeropuerto de Ben Gurion, donde los aficionados israelíes pudieron regresar a casa tras el violento incidente.
Una de las testigos, Pnina, una joven que formaba parte del grupo de seguidores israelíes atacados, relató su experiencia: «Vimos grupos de personas, muchos de ellos holandeses, que nos perseguían, estaban buscando a los aficionados del Maccabi. Estaban organizados. Los vimos a pie, en grupos, en scooters, llamándose por teléfono para ubicarnos», comentó en una entrevista para la cadena pública holandesa desde el aeropuerto de Schiphol. Según Pnina, su grupo tuvo que refugiarse en el hotel hasta que fuera seguro salir a la calle.
Impacto en la comunidad judía
La violencia y el antisemitismo manifestados en estos ataques han provocado una reacción generalizada entre la comunidad judía en todo el mundo. La Conferencia de Rabinos de Europa, una de las principales organizaciones judías, expresó que la ciudad de Ámsterdam debería «sentir una profunda vergüenza» por los disturbios, subrayando que el ataque no solo fue una agresión a los aficionados, sino un ataque directo contra la comunidad judía.
En un contexto europeo donde el antisemitismo ha aumentado en los últimos años, este incidente pone en evidencia la creciente preocupación sobre la seguridad de las comunidades judías en varias partes del continente. Las autoridades de Ámsterdam han prometido intensificar las medidas de seguridad y cooperación internacional para prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro.
El juicio y las investigaciones aún están en marcha, pero este episodio ya ha dejado una marca imborrable en la memoria colectiva de la ciudad, donde las tensiones entre grupos se han agudizado y el llamado a la unidad y la paz se ha hecho más urgente que nunca.
Crédito fotográfico: AP Photo InterVision