
THE LATIN VOX (18 de octubre del 2025).- Por Daniela Medina.
En la provincia de la Columbia Británica (B.C.), Canadá, el sector de la hospitalidad bares, restaurantes, hoteles y tiendas especializadas en bebidas se enfrenta a lo que sus representantes describen como una amenaza de colapso estructural. Una de las principales causas es la huelga iniciada en los centros de distribución de la BC Liquor Distribution Branch (LDB), organización estatal que actúa como monopolio logístico de bebidas alcohólicas en la provincia.
Según datos presentados por una coalición de seis asociaciones del sector que incluyen al BC Restaurant & Foodservices Association, la BC Craft Brewers Guild, la Import Vintners & Spirits Association y otras se estima que la provincia está perdiendo alrededor de 10,5 millones de dólares diarios en ventas de bebidas alcohólicas debido al paro laboral.
Multiplicando por varios días de huelga se llega a una cifra aproximada de 250 millones de dólares en ventas perdidas, según informes del medio local Vancouver Sun.
El problema se agrava porque en B.C. los establecimientos de hospitalidad no pueden comprar bebidas alcohólicas libremente en cualquier proveedor: deben abastecerse a través de la LDB. Con el paro, las cadenas de suministro se han visto cortadas y los bares y restaurantes reportan una caída pronunciada de los ingresos.
¿Cuál es la génesis del conflicto y cómo evolucionó?
La huelga del BCGEU comenzó inicialmente con miembros de la rama de distribución de la LDB que demandaban mejores condiciones salariales y laborales. Cuando los distribuidores se sumaron, el impacto se hizo sentir en todo el sistema de logística de bebidas.
La falta de reposición de productos para bares y restaurantes provocó que muchos negocios redujeran horas, cambiaran ofertas de bebidas o incluso consideraran despidos. Según la coalición del sector, el 44 % de los negocios encuestados están considerando recortar personal, y el 29 % ya lo ha hecho.
El escenario se agrava de cara a la temporada de invierno y festiva, momento clave para el sector de la hospitalidad en la provincia, lo que aumenta la urgencia política y económica.
Sectores más afectados y cadenas de impacto
Bares, restaurantes y hoteles
Muchos de estos negocios operan con márgenes estrechos, donde la venta de bebidas alcohólicas representa una parte sustancial del ingreso total o de la rentabilidad. Al reducirse el acceso a bebidas, la caída de ingresos se vuelve crítica. Por ejemplo, un restaurador entrevistado señaló que habitualmente el 60 % de sus ingresos provienen de bebidas alcohólicas, cifra que ha caído un 30 % desde el inicio del paro.
Importadores, distribuidores y productores locales
Más allá de los bares y restaurantes, los importadores de bebidas alcohólicas y los productores artesanales enfrentan bloqueos logísticos graves: productos retenidos, incapacidad de entregar a distribuidores y acumulación de inventario sin salida.
Empleo y condiciones de trabajo
La crisis también afecta al empleo: tanto en establecimientos de hospitalidad como en la cadena de distribución, los trabajadores están expuestos a recortes de horas, despidos o menor acceso a beneficios.
Gobierno provincial y finanzas públicas
La LDB es un organismo público que recauda impuestos y márgenes sobre las ventas de alcohol. Con ingresos reducidos, el impacto fiscal para el gobierno de B.C. comienza a manifestarse, además del costo social de negocios en riesgo y desempleo creciente.
Riesgos estructurales y de largo plazo
- Riesgo de cierre de negocios: Algunos establecimientos advierten que podrían no sobrevivir si la interrupción se prolonga.
- Desinversión en la industria: Menor rentabilidad puede traducirse en menor inversión en innovación (por ejemplo en cervecerías artesanales, destilerías locales) y en el turismo de bebidas.
- Desempleo y pérdidas sociales: Empleos que se pierden o que se reducen generan efectos colaterales: menor consumo local, menor actividad económica, mayor carga para los servicios sociales.
- Credibilidad de la logística pública: La acumulación de problemas en la distribución estatal podría motivar discusiones sobre la privatización, la liberalización del mercado de bebidas alcohólicas, o una reforma del sistema.
- Cascada hacia otros sectores: Si el sector de hospitalidad colapsa parcialmente, hoteles, servicios de catering, turismo asociado y proveedores cruzados podrían verse afectados.
Factores que agravan la crisis
- Dependencia del monopolio estatal: En B.C., los bares y restaurantes están obligados a usar la LDB para adquirir bebidas, lo cual centraliza el riesgo.
- Cadena de suministro interrumpida: Con distribuidores en huelga o sin personal, los pedidos no se completan, los productos no llegan y los estantes se vacían.
- Tiempo crítico: Mientras la huelga se prolonga de semanas a meses, los efectos acumulados incrementan las pérdidas e intensifican la urgencia.
- Costos fijos elevados: Muchos negocios tienen costos fijos (alquiler, servicios, licencias, personal) que no se reducen fácilmente al caer las ventas, lo que reduce la capacidad de supervivencia.
- Expectativas del consumidor: Con la percepción de stock limitado o menor servicio, los clientes pueden cambiar de hábitos o dejar de acudir, lo que agrava la caída de ingreso.
Posibles vías de solución
- Negociación rápida entre el gobierno de B.C. y la BCGEU: Un acuerdo laboral que permita reabrir la cadena de distribución y normalizar abastecimientos es clave para detener la pérdida económica.
- Medidas de emergencia para el sector de hospitalidad: Subvenciones temporales, extensión de licencias, apoyo económico para evitar cierres o despidos.
- Diversificación de la cadena de suministro: Evaluar permitir que los establecimientos accedan directamente a distribuidores privados o importadores, como una medida interina para reducir dependencia de un único canal.
- Reforma estructural del sistema de distribución de alcohol: Analizar si el modelo de monopolio estatal sigue siendo adecuado ante riesgos laborales/huelgas, o si se requiere una modernización para reducir vulnerabilidades.
- Plan de recuperación para productores y distribuidores afectados: Ayuda específica para los importadores, productores artesanales y trabajadores de la cadena logística que han quedado con stock sin salida o con empleo precario.
La huelga del BCGEU en los centros de la LDB está generando un impacto formidable en el ecosistema de la hospitalidad en la Columbia Británica. Con pérdidas estimadas de 250 millones de dólares en ventas de bebidas alcohólicas y negocios al borde del abismo, la crisis trasciende lo laboral para convertirse en un problema de economía provincial, empleo, logística pública y política industrial.
El tiempo para que el gobierno y los sindicatos actúen es cada vez más corto: cada día de interrupción suma pérdidas, cada negocio que cierra genera desempleo, cada productor que acumula stock sin salida reduce su viabilidad futura. El sector reclama “medidas de emergencia” y apunta al modelo mismo de distribución de bebidas alcohólicas como factor de vulnerabilidad.
Mientras tanto, miles de negocios y trabajadores aguardan una solución que restaure las cadenas de suministro, redefina la relación laboral y asegure que la industria turística y de bebidas de B.C. no se hunda bajo el peso de una crisis cuya solución tiene muchas aristas: negociación laboral, logística, economía y política pública.