Los smartphones se han convertido en una extensión de nuestras vidas, pero ¿a qué costo para nuestra salud física? Estudios recientes sugieren que el uso excesivo de teléfonos inteligentes puede estar asociado con una variedad de problemas de salud. Desde lesiones en la cabeza y el cuello hasta trastornos musculoesqueléticos, los riesgos son variados y preocupantes.
Un análisis de datos de 100 hospitales en EE.UU. reveló que, en los últimos 20 años, más de 2,500 personas sufrieron lesiones en la cabeza y el cuello relacionadas con el uso de celulares. Aproximadamente el 40% de estas lesiones ocurrieron en el hogar, y aunque la mayoría no requirió tratamiento o solo necesitó atención de emergencia, el 18% fueron graves, incluyendo traumatismos craneoencefálicos.
Además, los profesionales de la salud están observando un aumento en pacientes con dolores y problemas articulares en manos, cuello, hombros y espalda superior, atribuibles al uso de móviles. El acto repetitivo de mirar hacia abajo al dispositivo y sostenerlo con las muñecas flexionadas al desplazarse o enviar mensajes de texto, somete a las articulaciones y músculos a esfuerzos para los que no están evolutivamente preparados.
Incluso se ha identificado una condición conocida como “text neck” (cuello de texto), que se refiere al dolor y daño en el cuello resultante de mirar hacia abajo al teléfono durante períodos prolongados. Otros estudios han vinculado el uso frecuente de smartphones con la tenosinovitis de Quervain en el pulgar y han sugerido que el uso del teléfono podría empeorar los síntomas en personas que ya tienen artritis.
Si bien la tecnología móvil ofrece innumerables beneficios, es crucial ser conscientes de estos riesgos y tomar medidas para mitigarlos, como limitar el tiempo de pantalla y practicar una postura adecuada al usar dispositivos.