El partido del ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, quien actualmente se encuentra en prisión, ha afirmado la victoria en las elecciones generales. Sin embargo, también han denunciado que los resultados se están retrasando para manipular el resultado. El Partido Tehreek-e-Insaf (PTI), liderado por Khan, ha instado al líder supremo del PML-N, Nawaz Sharif, a reconocer su derrota. El PML-N, por su parte, ha rechazado esta demanda y afirma que está ganando las elecciones del jueves.
Las votaciones aún se están contando en Pakistán después de las elecciones generales, que estuvieron marcadas por acusaciones de fraude, violencia esporádica y un apagón de teléfonos móviles en todo el país. Aunque hubo varias partes en la contienda, la competencia principal se dio entre el PTI de Khan, cuyos candidatos se presentaron como independientes, el Partido Musulmán de Pakistán (N), liderado por el tres veces ex primer ministro Sharif, y el Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), dirigido por Bilawal Zardari Bhutto.
Según el PTI, han ganado más de 150 escaños de la Asamblea Nacional de los 265 en disputa, según los datos recibidos en los Formularios 45, que son la fuente primaria de los resultados electorales a nivel local. Para formar el próximo gobierno, un partido debe ganar al menos 133 escaños de los 265 en disputa. Sin embargo, el PTI ha denunciado la manipulación de los resultados en las últimas horas de la noche, calificándola como un “robo descarado” del mandato de la nación. El mundo está observando esta situación.