
THE LATIN VOX (26 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La capital de Indonesia vivió ayer lunes una jornada de fuertes disturbios después de que miles de estudiantes, trabajadores y activistas salieran a las calles para denunciar los lujosos beneficios que reciben los miembros del Parlamento en medio de una política de austeridad que afecta a la mayoría de la población.
Los manifestantes, concentrados frente al complejo parlamentario, exigieron la eliminación de una controvertida asignación mensual de vivienda de 50 millones de rupias (unos 3.075 dólares), casi diez veces el salario mínimo en Yakarta.
La medida, que se suma al sueldo ya elevado de los legisladores, ha sido vista como un insulto por una población que enfrenta recortes en salud, educación y obras públicas bajo el gobierno del presidente Prabowo Subianto.
Violencia frente al Parlamento
La protesta derivó en enfrentamientos violentos cuando manifestantes intentaron acercarse al edificio legislativo. La policía antidisturbios respondió con cañones de agua y gases lacrimógenos, mientras los manifestantes arrojaban piedras y botellas, e incendiaban neumáticos bajo un paso elevado.
Las autoridades desplegaron más de 1.200 agentes y cerraron varias calles y autopistas, lo que provocó embotellamientos masivos en la ciudad. No se reportaron heridos de inmediato.
“El pueblo contra las élites”
Los organizadores, entre ellos el movimiento estudiantil Gejayan Memanggil, denunciaron no solo los privilegios de los parlamentarios, sino también lo que llaman “el dominio de las élites corruptas” y la creciente injerencia del ejército en la vida civil.
Desde marzo, una nueva ley permite a militares ocupar cargos civiles, y en los últimos meses el gobierno ha anunciado la creación de 100 nuevos batallones militares con funciones agrícolas y farmacéuticas.
Algunos manifestantes portaban banderas inspiradas en la popular serie de manga japonesa One Piece, convertida en un símbolo de resistencia juvenil contra las políticas gubernamentales.
Defensas oficiales y desconfianza pública
La presidenta de la Cámara, Puan Maharani, defendió la polémica asignación alegando que había sido “cuidadosamente considerada” y ajustada al costo de vida en Yakarta. Sin embargo, en un país donde la corrupción es percibida como endémica, estas explicaciones apenas han hecho mella en la indignación ciudadana.
La protesta en Yakarta se suma a las registradas en las últimas semanas en Java Central y Sulawesi, donde miles de personas también se movilizaron contra el aumento de impuestos a la propiedad.
Señales de un descontento creciente
Para analistas locales, la rapidez y contundencia con que han estallado estas manifestaciones evidencia un nuevo nivel de frustración hacia el gobierno de Prabowo. La combinación de austeridad, privilegios parlamentarios y expansión del rol militar podría estar alimentando un ciclo de desconfianza y movilización social que amenaza con intensificarse en los próximos meses.
En una Indonesia con más de 280 millones de habitantes, la brecha entre una clase política privilegiada y una ciudadanía golpeada por recortes podría convertirse en el mayor desafío de gobernabilidad del nuevo presidente.
Crédito fotográfico: Al Jazeera