En un desarrollo que ha generado gran preocupación en toda América del Norte, los grupos industriales y los transportistas se están preparando para una parada simultánea sin precedentes en las dos principales compañías ferroviarias de Canadá. Este evento podría causar daños económicos por miles de millones de dólares.
Canadá, el segundo país más grande del mundo por área, depende en gran medida de los trenes para transportar una variedad de bienes, incluyendo granos, legumbres, potasa, carbón, automóviles y otros productos. “Es una catástrofe. Literalmente, nada se movería”, dijo Greg Northey, vicepresidente de asuntos públicos de Pulse Canada.
Las negociaciones entre Canadian National Railway (CN) y Canadian Pacific Kansas City (CPKC) por un lado, y el sindicato de Teamsters por el otro, se han estancado, con cada parte acusando a la otra de actuar de mala fe. Las compañías ferroviarias han anunciado que comenzarán a bloquear a los trabajadores el 22 de agosto si no pueden llegar a un acuerdo laboral, mientras que el sindicato ha declarado que está listo para convocar una huelga en esa fecha.
Los grupos industriales están instando al gobierno liberal del Primer Ministro Justin Trudeau a evitar una parada, señalando que los ferrocarriles de Canadá transportan alrededor de 380 mil millones de dólares canadienses (277 mil millones de dólares estadounidenses) en bienes anualmente. “Teniendo en cuenta los millones de empleos canadienses que se verían afectados, la magnitud de la interrupción es desalentadora”, dijo el Consejo Empresarial de Canadá en una carta abierta a Trudeau y al Ministro de Trabajo, Steven MacKinnon.
Una parada también afectaría a Estados Unidos, dada la integración entre las dos economías. Canadá envía alrededor del 75% de todas sus exportaciones de bienes al sur de la frontera. Las redes de los dos operadores ferroviarios canadienses, CN y CPKC, se conectan con varios centros ferroviarios y de envío clave de EE. UU., como Chicago, Nueva Orleans, Minneapolis y Memphis.
En anticipación de un posible bloqueo, CN anunció que estaba imponiendo un embargo a cualquier nueva reserva para el movimiento de materiales peligrosos, cargas sensibles a la seguridad o contenedores refrigerados originados en Canadá, a partir del jueves. También anunció que estaba embargando todo el tráfico intermodal originado en más de media docena de centros de EE. UU. con los que su red se conecta, a partir del viernes.
Por separado, el operador ferroviario estadounidense Norfolk Southern informó a todos sus clientes que estaba embargando todas las cargas peligrosas y sensibles a la seguridad hacia o desde las redes de CN y CPKC, con efecto inmediato.
La situación sigue siendo tensa y la industria está en vilo, esperando una resolución que evite lo que muchos temen podría ser una catástrofe económica sin precedentes.