La inflación en Canadá ha mostrado señales de enfriamiento justo antes de la próxima decisión sobre la tasa de interés del Banco de Canadá. Según los datos más recientes, la tasa de inflación anual se desaceleró a un 2.7% en junio, comparado con el 2.9% registrado el mes anterior. Este descenso ha sido atribuido principalmente a una desaceleración en los precios de la gasolina, que aumentaron solo un 0.4% en junio en comparación con el 5.6% en mayo.
El Banco de Canadá, que se prepara para su próxima decisión sobre la tasa de interés la próxima semana, ha estado observando de cerca estas cifras. La desaceleración en la inflación ha generado expectativas de que el banco central podría optar por una reducción en las tasas de interés, una medida que muchos economistas consideran necesaria para estimular la economía.
A pesar de la desaceleración general, algunos componentes del índice de precios al consumidor (IPC) han mostrado aumentos. Por ejemplo, los precios de los alimentos en las tiendas han subido un 2.1% en junio, frente al 1.5% en mayo. Además, los precios de los servicios continuaron creciendo a un ritmo elevado del 4.8% anual en junio, comparado con el 4.6% en mayo.
El enfriamiento de la inflación también se ha visto reflejado en otros sectores. La inflación en el sector de la vivienda aumentó un 6.2% anual en junio, una ligera disminución respecto al 6.4% de mayo. Los precios de los bienes duraderos, como los vehículos de pasajeros, han disminuido un 1.8% anual, marcando la mayor caída desde febrero de 2015.
La reciente desaceleración en los precios de la gasolina se debe en parte a un anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) sobre la reapertura de refinerías tras un cierre por mantenimiento en primavera. Sin embargo, a pesar de estas mejoras, el costo de vida sigue siendo una preocupación para muchos canadienses, especialmente con el aumento continuo en los precios de los alimentos.
El Banco de Canadá ha estado utilizando medidas de inflación subyacente para tomar decisiones de política monetaria. Estas medidas, que excluyen los componentes más volátiles como los alimentos y la energía, también han mostrado una tendencia a la baja, lo que refuerza la posibilidad de una reducción en las tasas de interés.
La próxima decisión del Banco de Canadá será crucial para determinar la dirección de la economía canadiense en los próximos meses. Con la inflación mostrando signos de enfriamiento, muchos esperan que el banco central tome medidas para aliviar la presión sobre los consumidores y estimular el crecimiento económico.