
THE LATIN VOX (23 de septiembre de 2025).- Por Daniela Medina.
Un nuevo informe provincial ha sacado a la luz denuncias alarmantes sobre el trato hacia pacientes hospitalizados por enfermedades mentales en instituciones de salud de Nuevo Brunswick. Según las denuncias, varios pacientes fueron agredidos física y verbalmente, sometidos a aislamiento prolongado en salas de “seclusion” (aislamiento terapéutico forzado) y tratados bajo condiciones indignas sin supervisión adecuada.
Las acusaciones apuntan a que estos abusos ocurrieron dentro de hospitales psiquiátricos del sistema provincial, con implicaciones éticas, legales y de derechos humanos. Para muchas familias afectadas, se trata de casos de violencia institucional encubierta que agravan el sufrimiento de quienes ya están en situación vulnerable.
Qué se denuncia: tipos de agresiones y prácticas abusivas
Los tipos de abuso que suelen mencionarse en estos informes incluyen:
- Agresiones físicas: empujones, golpes, sujeción forzada con correas físicas o tornillos mecánicos.
- Abusos verbales o humillaciones: gritos, insultos, uso de lenguaje degradante, humillaciones frente a otros pacientes.
- Aislamiento prolongado (seclusion rooms): pacientes confinados en habitaciones especiales por largos períodos sin contacto adecuado con el personal, sin acceso a los servicios básicos (baño, agua, higiene).
- Negligencia en condiciones físicas: falta de limpieza, dejar pacientes en ropa sucia o sin cambiar, dejarlos sin atención médica o acompañamiento cuando se requiere.
- Falta de justificación documentada o supervisión: no se registran órdenes médicas que expliquen por qué se usaron agresiones o aislamiento, ni duración, ni cuándo se retiraron las restricciones.
Contexto estructural y factores subyacentes
Varias causas estructurales pueden contribuir a que estos abusos ocurran:
- Escasez de personal capacitado en salud mental, lo que genera estrés, fatiga, y reducción de supervisión o de recursos para intervenciones menos intrusivas.
- Falta de recursos o infraestructura adecuada para manejar crisis psiquiátricas sin recurrir al aislamiento forzado.
- Lapsos legales y supervisión institucional débil: ausencia de normas claras sobre sujeciones, aislamiento, documentación obligatoria, auditorías externas.
- Cultura institucional que normaliza el control coercitivo como método de manejo de crisis con pacientes agresivos o en angustia, en vez de alternativas terapéuticas.
Impacto en pacientes y familias
- Daño psicológico adicional: para muchas personas con trastornos mentales, ser agredido o aislado agrava traumas, aumenta ansiedad, depresión, sentimiento de impotencia.
- Pérdida de confianza en el sistema de salud y del cuidado psiquiátrico: pacientes pueden llegar a temer la hospitalización en vez de verla como ayuda.
- Consecuencias legales y éticas: violaciones de derechos humanos, posibles demandas contra hospitales o jurisdicciones provinciales. Las familias afectadas exigen responsabilidades, reparaciones y cambios estructurales.
Recomendaciones usuales en estos casos
Basándome en casos similares, los informes suelen proponer:
- Revisar y reforzar normas legales que regulen el uso de aislamiento y sujeción: límites estrictos, supervisión independiente.
- Transparencia y rendición de cuentas: auditorías externas regulares, informes públicos, participación de pacientes y familias en los procesos de evaluación.
- Capacitación continua del personal en salud mental, manejo de crisis sin violencia, técnicas de desescalamiento, alternativas terapéuticas.
- Mejoras en infraestructura y recursos: salas seguras y dignas, personal de apoyo, incentivos para atraer especialistas en salud mental.
- Supervisión y atención inmediata a denuncias: mecanismos accesibles para reportar abusos, protección para denunciantes, respuestas rápidas.
Fuente: /www.cbc.ca
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