
THE LATIN VOX (12 de Noviembre del 2025).- Por Daniela Medina.
Un equipo de científicos y neurocirujanos del Kingston Health Sciences Centre (KHSC) junto con la Queen’s University ha anunciado el desarrollo de un instrumento quirúrgico jamás visto: una cápsula de biopsia cerebral impresa en 3D que permite tomar muestras de tejido de tumores cerebrales en particular del más agresivo de ellos, el glioblastoma con una precisión sin precedentes. Esta tecnología, descrita como una “primicia mundial”, podría transformar radicalmente la forma en que se estudian los tumores cerebrales y, en última instancia, cómo se tratarán.
¿En qué consiste esta innovación y por qué es relevante?
La cápsula de biopsia ha sido diseñada por los neurocirujanos e investigadores James Purzner y Teresa Purzner, junto con la candidata doctoral en ingeniería de Queen’s, Kaytlin Andrews. El dispositivo se implanta durante la cirugía del tumor, permitiendo recolectar múltiples muestras pequeñas de diferentes zonas del glioblastoma. Cada muestra se correlaciona con imágenes de RMN (resonancia magnética) del tumor, de modo que se construye un “mapa molecular” del crecimiento, la heterogeneidad y la invasión del tumor.
Los neurocirujanos explican que los tumores de glioblastoma son altamente heterogéneos: las células de un mismo tumor pueden variar mucho en mutaciones, actividad genética y comportamiento, incluso a pocos milímetros de distancia. Como lo expresó Teresa Purzner:
“Tradicionalmente, los investigadores estaban limitados a fragmentos de tejido recolectados de forma algo arbitraria, lo que es como tratar de estudiar un elefante usando únicamente fotografías de su pata, trompa o oreja.”
Gracias al nuevo dispositivo, se podrán tomar docenas de muestras por cirugía, lo que mejora la comprensión del tumor en su totalidad, permite estudiar su evolución, su resistencia al tratamiento y el patrón de recurrencia con mayor claridad.
¿Dónde se usa ya y cuál es su potencial global?
El instrumento ya está siendo utilizado en los quirófanos de KHSC, lo que convierte a Kingston en el primer centro del mundo en aplicar esta tecnología.
El costo de fabricación es sorprendentemente bajo: la cápsula puede imprimirse con tecnología estándar de impresión 3D y cuesta aproximadamente 30 centavos de dólar canadiense por unidad, lo que facilita su adopción en otros hospitales del mundo.
Los investigadores ya están coordinando asociaciones con otros centros hospitalarios en Ontario y a nivel nacional para escalar este método. Además, se está construyendo un banco de tejido especializado que almacenará las muestras recolectadas, convirtiendo a KHSC y Queen’s en un hub global para la investigación del cáncer cerebral.
Implicaciones médicas y científicas
El avance tiene múltiples repercusiones revolucionarias:
- Cirugía más precisa: Al conocer qué regiones del tumor son más agresivas o invasivas, los neurocirujanos podrán planificar resecciones más inteligentes, limitando daño a tejido sano y evitando recurrencias tempranas.
- Radioterapia de segunda generación: La “cartografía” molecular del tumor permitirá focalizar radiación en las zonas de mayor riesgo, optimizando el tratamiento.
- Desarrollo farmacológico: Con muestras múltiples y bien localizadas, los investigadores podrán identificar subclones celulares resistentes, abrir ensayos clínicos más adaptados y diseñar medicamentos dirigidos.
- Investigación global del glioblastoma: Este tumor ha sido extremadamente difícil de tratar, con tasas de supervivencia bajas. Este instrumento abre una vía para que los estudios sean más robustos, reproducibles y clínicamente relevantes.
James Purzner resume la importancia:
“Estas células las del glioblastoma también portan muchos tipos diferentes de mutaciones en el ADN y grandes copias de material genético extra. Si podemos entender esas diferencias, podremos adaptar mejor la cirugía, la radiación y centrar la investigación en lo que realmente importa para los pacientes.”
Desafíos y consideraciones éticas
Aunque prometedora, la innovación plantea varias cuestiones:
- Cooperación y difusión: Para que el impacto sea global, otros hospitales deberán adoptar el dispositivo y validar su efectividad.
- Regulación: El uso sistemático de este tipo de instrumentación en cirugía real requiere supervisión ético-científica, garantía de calidad y manejo de datos moleculares sensibles.
- Costo total de la cadena: Si bien la cápsula es barata, el banco de tejido, la correlación de imágenes, la logística de muestras y los análisis moleculares implican recursos que deben financiarse.
- Beneficio clínico demostrado: Aunque la tecnología es muy prometedora, serán necesarios estudios longitudinales para demostrar que su uso mejora la supervivencia o calidad de vida de los pacientes más allá de los avances diagnósticos.
Escenarios futuros
Escenario A – Adopción generalizada y mejora de resultados clínicos
Si otros centros replican el uso de este dispositivo, se podría generar una red de bancos de tejido y datos que acelere descubrimientos, tratamientos personalizados y aumente la supervivencia de pacientes con glioblastoma.
Escenario B – Uso limitado y resultados tímidos
Si solo se queda en Kingston o si los centros no disponen de recursos para implementar la técnica, su impacto podría quedar restringido y la mayoría de pacientes no se beneficiaría de inmediato.
Escenario C – Avance hacia nuevos tratamientos radicales
Dependiendo de los descubrimientos realizados gracias a esta herramienta, se podría abrir una ruta de tratamientos totalmente nuevos —vacunas, terapias génicas, radiación adaptada— que cambiarían drásticamente el panorama del cáncer cerebral.
Este desarrollo canadiense representa una fusión perfecta entre cirugía, ingeniería e investigación traslacional: un dispositivo 3D-impreso barato, accesible y clínicamente aplicable que podría cambiar el paradigma de cómo se estudian y tratan los tumores cerebrales más letales.
Para los pacientes, significa esperanza. Para la ciencia, significa datos más precisos y acción más rápida. Y para el sistema médico en Canadá y el mundo, es una muestra de que cuando la innovación se conecta al quirófano, los resultados pueden trascender la teoría y llegar a salvar vidas. En Kingston comienza una nueva era en neurooncología: y el mundo está atento.
Fuente: https://kingstonhsc.ca/
Foto: Google fotos