En Canadá, está creciendo el interés en los “pequeños bosques”, un concepto que se originó en Japón y que ahora se está practicando en todo el mundo. La idea es crear bosques diminutos en áreas urbanas, especialmente en ciudades sobrecalentadas y llenas de cemento. ¿Cómo funciona esto?
Reunión de voluntarios: En lotes baldíos, parques abandonados y terrenos junto a carreteras transitadas, los vecinos se unen para plantar árboles. Estos pequeños grupos de voluntarios trabajan juntos para devolverle algo de espacio a la naturaleza.
Plantación diversa: Se prepara el terreno, se limpia y se planta una variedad de arbustos y árboles nativos en un área pequeña. Hayas azules, abedules de pantano, abetos balsámicos y robles son algunas de las especies que se plantan.
Rápido crecimiento: En los primeros años, los árboles y arbustos crecen rápidamente mientras compiten por la luz. Investigaciones sugieren que estos pequeños bosques capturan más carbono y más rápidamente que las plantaciones de árboles convencionales.
Hábitat denso: Después de los primeros años, los pequeños bosques requieren poco mantenimiento y deshierbado. Se convierten en hábitats densos y beneficiosos para aves, mariposas e insectos.
Beneficios ecológicos y más: Además de los beneficios ecológicos, como la captura de carbono, estos pequeños bosques también fomentan la participación pública y la conservación. Es un área pequeña con muchos beneficios.
El método de sembrar pequeños bosques fue desarrollado por el botánico japonés Akira Miyawaki, quien se inspiró en los antiguos árboles protegidos alrededor de los santuarios religiosos de su país. Así que, gracias a esta iniciativa, Canadá está cultivando espacios verdes y contribuyendo al bienestar del planeta