Las recientes inundaciones en la provincia de Faryab, Afganistán, han dejado un saldo de al menos 66 personas fallecidas. El desastre natural, que afectó a más de 1,500 hogares y sumergió más de 400 hectáreas de tierras agrícolas, también resultó en la pérdida de ganado. Este evento es el más reciente de una serie de catástrofes que han golpeado al país en los últimos días, exacerbando la vulnerabilidad de la región ante los desafíos del cambio climático.
El portavoz del gobernador de Faryab, Asmatullah Moradi, informó que las fuertes lluvias del sábado por la noche provocaron inundaciones en varios distritos, causando pérdidas humanas y materiales significativas. Además de los fallecidos, al menos cinco personas resultaron heridas y varias más se encuentran desaparecidas.
Estas inundaciones se suman a las que ya habían causado la muerte de 18 personas en la misma provincia el viernes. Afganistán ha experimentado lluvias inusualmente fuertes esta temporada, lo que ha llevado a inundaciones repentinas que han destruido infraestructura y han tenido un impacto devastador en la agricultura, una fuente vital de sustento para la población.