Los fiscales en Italia han iniciado una investigación por naufragio y homicidio involuntario después de que un superyate se hundiera durante una tormenta frente a la costa de Sicilia, causando la muerte de siete personas a bordo. El yate, conocido como “The Bayesian”, se hundió rápidamente tras ser golpeado por una tromba marina, dejando a los equipos de rescate luchando durante días para recuperar los cuerpos de las víctimas.
El fiscal de Termini Imerese, Ambrogio Cartosio, confirmó la apertura de la investigación, aunque señaló que aún no se ha identificado a ningún sospechoso. “Estamos solo en la fase inicial de la investigación. No podemos excluir ningún tipo de desarrollo en este momento”, dijo Cartosio en una conferencia de prensa. El equipo de Cartosio examinará cuidadosamente cada posible elemento de responsabilidad, incluyendo los del capitán del barco, la tripulación, las personas encargadas de la supervisión, el constructor del barco y otros.
Entre las víctimas se encontraba el magnate tecnológico británico Mike Lynch y su hija Hannah Lynch. Mike Lynch había estado celebrando su reciente absolución de cargos de fraude con su familia y las personas que lo defendieron en el juicio en Estados Unidos. Su esposa, Angela Bacares, fue una de las 15 personas que sobrevivieron al naufragio.
El yate, de 56 metros de eslora y con bandera británica, transportaba a 10 tripulantes y 12 pasajeros cuando se hundió. Los equipos de rescate lucharon durante cuatro días para encontrar todos los cuerpos, avanzando lentamente a través del interior del naufragio que se encontraba a 50 metros de profundidad. La última víctima recuperada fue Hannah Lynch, de 18 años, cuyo cuerpo fue encontrado el viernes.
La familia Lynch emitió un comunicado expresando su devastación y agradeciendo el apoyo de familiares y amigos. “Sus pensamientos están con todos los afectados por la tragedia”, dijo un portavoz de la familia. Las otras cinco víctimas fueron Christopher Morvillo, uno de los abogados de Lynch en Estados Unidos, y su esposa Neda; Jonathan Bloomer, presidente de la subsidiaria de banca de inversión de Morgan Stanley en Londres, y su esposa Judy; y Recaldo Thomas, el chef del yate.
Los fiscales italianos están investigando cómo un yate considerado “insumergible” por su fabricante, el astillero italiano Perini Navi, pudo hundirse mientras un velero cercano permanecía en gran parte intacto. La principal pregunta que los investigadores están tratando de responder es cómo un barco tan avanzado tecnológicamente pudo sucumbir tan rápidamente a la tormenta.
La tragedia ha generado un intenso escrutinio sobre las medidas de seguridad y la supervisión de los yates de lujo, y los resultados de la investigación podrían tener implicaciones significativas para la industria náutica. Mientras tanto, las familias de las víctimas esperan respuestas y justicia por la pérdida de sus seres queridos.