Los iraníes están votando en una elección anticipada para reemplazar al presidente Ebrahim Raisi, quien falleció en un accidente de helicóptero a principios de este año. La apatía de los votantes es un factor clave. Los candidatos enfrentan una elección entre dos figuras conservadoras y el poco conocido reformista Masoud Pezeshkian, un cirujano cardíaco. El análisis describe la carrera como una contienda de tres vías. Los dos candidatos de línea dura son el ex negociador nuclear Saeed Jalili y el presidente del parlamento, Mohammad Bagher Qalibaf.
Por otro lado, Masoud Pezeshkian se ha alineado con aquellos que buscan un retorno al acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales. Después de una participación récordmente baja en elecciones recientes, aún no está claro cuántos iraníes participarán en la votación de hoy. Aunque el líder supremo Ayatolá Ali Khamenei, de 85 años, tiene la última palabra en todos los asuntos de estado, los presidentes pueden inclinar a Irán hacia la confrontación o las negociaciones con Occidente.
En un contexto de tensiones, la elección de Irán en 2024 se produce después de la muerte de Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero. Raisi, junto con el ministro de relaciones exteriores y otros funcionarios, perdió la vida en el noroeste del país. La votación se llevará a cabo en todo Irán, y los ciudadanos deberán elegir al sucesor de Raisi. En la elección de 2021, la participación fue la más baja desde 1979, con poco más del 48%.
La elección presidencial iraní de 2024 es crucial para el futuro del país. A pesar de la autoridad del líder supremo, el presidente electo puede influir en las relaciones internacionales y la dirección política de Irán. La participación y la elección del próximo líder determinarán el rumbo del país en los próximos años.