Irán se prepara para enfrentar nuevas sanciones de la ONU

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THE LATIN VOX (30 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

A medida que la fecha límite de 30 días se acerca, los ciudadanos de Teherán se preparan para lo que podría ser una nueva y dolorosa etapa de sanciones de la ONU, las cuales prometen ser “más peligrosas que la guerra”, según algunos analistas.

Las voces en las mezquitas de la capital iraní reflejan una mezcla de determinación, fatalismo y miedo por lo que está por venir.

Mientras algunos mantienen la esperanza de resistir como lo han hecho en el pasado, otros piden que el régimen se abra a la diplomacia y permita la entrada de inspectores internacionales.

La amenaza de sanciones, más estrictas y amplias que las impuestas anteriormente, pone al gobierno iraní en una encrucijada. Las tensiones se intensifican ante la posibilidad de un regreso al conflicto con Israel, que la mayoría de los iraníes aún recuerda con dolor tras la fallida guerra de 12 días que destruyó parcialmente el programa nuclear de la República Islámica.

En medio de este panorama, la pregunta crucial sigue siendo: ¿será Irán capaz de mantener su resiliencia ante lo que muchos consideran una “avalancha económica”?

La resiliencia de los iraníes y la persistente oposición a Israel

A las puertas de la gran mezquita Mosalla de Teherán, un lugar de culto asociado con los sectores más duros del régimen, los fieles expresan opiniones polarizadas. Mousavi, uno de los asistentes, señaló que Irán ha sido “señalado” por su postura contra Israel y por su política exterior, a pesar de que otros países poseen capacidades nucleares sin enfrentar las mismas restricciones. “Nos están tratando de manera diferente porque nos oponemos a Israel”, afirmó.

Sin embargo, otros, como Rajabi Seddequi, opinan que las sanciones, aunque difíciles, no han logrado quebrantar la voluntad de la nación iraní. «Durante 40 años hemos vivido con sanciones. No nos rompieron, nos hicieron más resistentes», dijo mientras caminaba bajo el sol abrasador de la capital. La guerra, para algunos, sigue siendo una opción, con un sentimiento de desafío ante la posibilidad de nuevas confrontaciones.

«Irán no se rinde», afirmó Ibrahim Heshmati, quien asegura que, en una nueva guerra, los misiles de Irán llegarían hasta Israel. “No confiamos en Estados Unidos, ya que, mientras estábamos negociando, Israel nos atacó. Si no encuentran pruebas de que estamos fabricando armas nucleares, siempre encontrarán un pretexto para atacarnos”, añadió. La consigna es clara para algunos: enfrentarse a las consecuencias de la guerra, ya que la lucha no es solo entre estados, sino también una guerra de religión.

El divisivo bebate político interno: ¿Ceder o responder con fuerza?

Internamente, Irán vive una división política cada vez más pronunciada. Mientras que algunos sectores moderados piden la cooperación con la comunidad internacional y la entrada de inspectores de la ONU para evitar mayores sanciones, otros se muestran firmes en su postura. Radicales en el parlamento iraní han propuesto leyes que exigen la retirada de Irán del Tratado de No Proliferación Nuclear, lo que podría desencadenar una batalla política dentro del país.

Sin embargo, la decisión de abandonar el tratado recae en última instancia sobre el líder supremo de Irán, lo que abre un escenario de tensiones internas sobre la dirección futura del régimen. Las sanciones económicas, que no afectan directamente las industrias de petróleo, gas y petroquímicos, pero sí las áreas militares y nucleares, podrían agravar aún más la situación interna del país, en un momento en que la infraestructura iraní ya está en crisis.

El regreso de las sanciones: ¿Un futuro de deterioro económico y aislamiento?

El reimponer las sanciones, según los diplomáticos europeos, sería una respuesta a la falta de cooperación por parte de Irán con los inspectores de la ONU y a la creciente preocupación por la posible destrucción de su programa nuclear debido a los bombardeos israelíes.

Para muchos, el impacto de las sanciones podría ser devastador. La Nobel de la Paz Shirin Ebadi advirtió que las consecuencias de estas medidas serían “mucho más peligrosas que la guerra” para Irán. La caída del valor de la moneda nacional, la mayor pobreza y el aumento de las crisis sociales serían inevitables si se reactivan las sanciones, predijo Ebadi.

El régimen iraní también enfrenta una creciente presión interna, ya que gran parte de la población podría sentir que la resistencia a las sanciones no tiene un propósito claro, especialmente si se confirma que los ataques israelíes han destruido gran parte del programa nuclear.

En este contexto, los diplomáticos iraníes ya han comenzado a prever las represalias contra las potencias europeas si deciden seguir adelante con el restablecimiento de las sanciones.

El futuro de Irán: Resiliencia o colapso

Mientras las tensiones en el Consejo de Seguridad de la ONU aumentan y las negociaciones siguen en pie, la cuestión fundamental es cómo Irán responderá a las sanciones. ¿Cederá ante la presión internacional o continuará su camino hacia la confrontación?

Las opiniones siguen divididas, pero lo que parece claro es que la nación persa, con su historia de resistencia ante adversidades externas, no está dispuesta a rendirse fácilmente.

Este enfrentamiento entre Irán y la comunidad internacional no solo determinará el futuro político y económico de la República Islámica, sino que podría redefinir el equilibrio geopolítico en el Medio Oriente y la dinámica de poder entre Occidente y los regímenes que desafían su autoridad.

En este sentido, Irán continúa siendo un actor clave, dispuesto a resistir lo que muchos consideran una prueba de resistencia histórica frente a la presión internacional.

Crédito fotográfico: Haaretz


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