El reconocido abogado y ex ministro de justicia, Irwin Cotler, ha dedicado su vida a la lucha por los derechos humanos, incluso después de su retiro de la política. A sus 80 años, Cotler continúa asumiendo nuevos casos, siempre de manera gratuita.
En 1978, Cotler vivió en el barrio judío de Damasco como parte de sus viajes de verano por el Medio Oriente1. A pesar de ser seguido por funcionarios sirios, Cotler no se dejó intimidar. Fue arrestado y luego liberado, pero no antes de ser testigo de la brutalidad del régimen.
Paralelamente, defendía a otro activista de los derechos judíos, Natan Sharansky, quien enfrentaba cargos falsos de traición y espionaje en la Unión Soviética. Este caso se convirtió en un hito en su carrera.
Cotler ha utilizado su influencia como abogado, profesor, miembro del Parlamento y ministro de justicia para abogar por la liberación de decenas de prisioneros políticos. Su lucha por los derechos humanos ha ocupado gran parte de su vida, incluso durante la pandemia, cuando ha estado trabajando desde su casa en Montreal.
Cotler está preocupado por el aumento del autoritarismo en países como China, Rusia e Irán, y teme que los prisioneros políticos que ha pasado su vida defendiendo sean olvidados. Sin embargo, sigue comprometido con su lucha, demostrando que ni una pandemia ni el retiro pueden frenar su incansable defensa de los derechos humanos.