THE LATIN VOX (7 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El hospital Kamal Adwan en Beit Lahiya, en el norte de Gaza, ha sido escenario de un devastador ataque por parte de las fuerzas israelíes, que ha dejado un rastro de muerte y destrucción. Según el director del hospital, Hussam Abu Safiyeh, el ataque comenzó con una serie de bombardeos aéreos en las zonas norte y oeste del hospital, acompañados de intensos disparos.
Durante el asalto, las tropas israelíes irrumpieron en el hospital, expulsaron a parte del personal y a los desplazados, y despojaron de sus pertenencias a los pacientes. Fuentes locales han informado que las calles cercanas se llenaron de cuerpos de personas que murieron en los ataques aéreos, incluidos al menos cuatro miembros del personal del hospital.
Aunque las fuerzas israelíes niegan haber atacado directamente el hospital, asegurando que operaban en sus alrededores, el director del centro y otros testigos afirman que los bombardeos afectaron gravemente la infraestructura médica. En una comunicación en línea, Abu Safiyeh describió la situación como «catastrófica», destacando que el hospital había quedado prácticamente desmantelado, con los heridos graves y sin personal médico suficiente para atenderlos.
La situación en el norte de Gaza es desesperada, ya que los hospitales, que operan bajo condiciones extremas, apenas funcionan después de múltiples ataques aéreos. Según el Ministerio de Salud de Gaza, solo la mitad de los 37 hospitales y clínicas de la franja están operativos, y muchos carecen de suministros médicos, combustible y personal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que el hospital Kamal Adwan fue bombardeado sin previo aviso el jueves por la mañana, justo después de que un equipo médico de emergencia, que no había podido acceder al lugar durante más de dos meses, lograra llegar al hospital.
A pesar de las declaraciones israelíes, que insisten en que su objetivo es eliminar a los combatientes de Hamas, las víctimas civiles en Gaza continúan aumentando. En un informe reciente, la organización Amnistía Internacional acusó a Israel de cometer actos que equivalen a un genocidio, señalando la destrucción de la infraestructura médica como una táctica deliberada.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Gaza ha calificado los ataques contra el hospital Kamal Adwan como «crímenes de guerra», asegurando que los heridos que permanecen en el lugar están en estado crítico y requieren atención médica urgente.
El conflicto en Gaza, que comenzó con el ataque de militantes de Hamas el 7 de octubre de 2023, sigue cobrando un alto precio humano. Más de 44,500 palestinos han muerto en los últimos meses, y miles más están atrapados bajo los escombros. Las fuerzas israelíes, por su parte, afirman haber matado a cientos de militantes de Hamas en el norte de Gaza y continúan sus operaciones en áreas densamente pobladas.
Los habitantes de Beit Lahiya, donde se encuentra el hospital Kamal Adwan, reportan que las fuerzas israelíes destruyeron varias casas durante la noche, lo que refuerza las sospechas de que Israel está intentando crear una zona de amortiguamiento en el norte de Gaza. Sin embargo, las autoridades israelíes niegan estos informes, insistiendo en que su objetivo es desmantelar las fuerzas de Hamas.
Mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación, la situación en Gaza se sigue deteriorando, y las necesidades humanitarias se hacen cada vez más urgentes. El ataque al hospital Kamal Adwan es solo uno más de una serie de incidentes que subrayan el impacto devastador de la guerra sobre los civiles y las infraestructuras esenciales.
La falta de acceso a los medios de comunicación independientes y la imposibilidad de verificar de forma independiente las versiones de los hechos complican aún más el panorama en esta franja de tierra asediada.
Crédito fotográfico: AFP