Miles de palestinos desplazados enfrentan obstáculos para regresar a sus hogares en el norte de la Franja de Gaza debido a restricciones impuestas por Israel, que acusa a Hamás de incumplir acuerdos de alto el fuego. Esta situación ha generado tensiones adicionales en una región ya afectada por el conflicto.
Recientemente, Hamás liberó a cuatro mujeres soldados israelíes como parte de un intercambio de prisioneros. Sin embargo, Israel sostiene que Hamás no ha cumplido plenamente con el acuerdo al no liberar a una rehén civil, Arbel Yehud, lo que ha llevado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a suspender el retorno de los desplazados palestinos al norte de Gaza.
En respuesta, Hamás ha acusado a Israel de violar el alto el fuego al impedir el regreso de los desplazados. Mientras tanto, miles de palestinos esperan en condiciones precarias en las rutas que conectan el norte y el sur de Gaza, con informes de víctimas debido a disparos de las fuerzas israelíes.
Paralelamente, en el sur del Líbano, se han producido enfrentamientos mortales entre desplazados que intentaban regresar a sus hogares y las fuerzas israelíes, resultando en la muerte de 15 personas y más de 80 heridos. Israel justifica su presencia militar continua en la zona, citando el incumplimiento de acuerdos por parte de Líbano.
La comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación humanitaria en Gaza, donde el bloqueo y los recientes enfrentamientos han agravado las condiciones de vida. Las agencias humanitarias advierten sobre una crisis inminente si no se permite la entrada de ayuda y se garantiza la protección de los civiles.
En medio de estas tensiones, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto la reubicación temporal de la población de Gaza en Egipto y Jordania, una sugerencia que ha sido rechazada por las autoridades palestinas y los países mencionados.
La situación sigue siendo frágil, con esfuerzos diplomáticos en curso para restaurar la calma y garantizar el cumplimiento de los acuerdos de alto el fuego. Sin embargo, las profundas divisiones y la desconfianza entre las partes dificultan una resolución duradera del conflicto.