THE LATIN VOX (23 de octubre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El gobierno israelí ha confirmado la muerte de Hashem Safieddine, quien era considerado el posible sucesor del actual líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah. Esta noticia llega tras una serie de ataques aéreos llevados a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en Beirut a principios de octubre, donde también se informó la eliminación del jefe de la rama de inteligencia del grupo militante.
La muerte de Safieddine representa un golpe significativo para Hezbollah, una organización chiita con fuerte presencia en Líbano y una larga historia de conflicto con Israel. Según fuentes militares israelíes, los ataques en Beirut estaban dirigidos a desmantelar la infraestructura de la organización y debilitar su capacidad operativa en la región.
La confirmación de la muerte de Safieddine podría desestabilizar aún más la estructura de liderazgo dentro de Hezbollah, que ha mantenido un control estricto y jerárquico a lo largo de los años. Con la posible sucesión en el aire, se intensifican las preguntas sobre quién podría tomar las riendas de la organización y cómo esto afectará la dinámica de poder en Líbano y la región más amplia.
Hezbollah ha respondido a estas operaciones militares con condenas vehementes, prometiendo continuar su resistencia contra lo que consideran agresiones israelíes. La situación en Líbano, ya marcada por tensiones políticas y crisis económicas, podría verse aún más complicada con la escalada de hostilidades.
El contexto geopolítico en la región se vuelve más volátil, y la muerte de figuras clave dentro de Hezbollah podría generar reacciones no solo en Líbano, sino también entre sus aliados en el Medio Oriente. La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas acciones podrían alterar el equilibrio de poder y la seguridad en una de las áreas más conflictivas del mundo.
Crédito fotográfico: Al-Markazia/ https://icibeyrouth.com/