El ejército israelí anunció que ha destituido a dos oficiales y reprendido a otros tres por su papel en los ataques con drones en Gaza que mataron a siete trabajadores de ayuda en una misión de entrega de alimentos. Según la investigación de un general retirado, estos oficiales manejaron información crítica de manera inadecuada y violaron las reglas de compromiso del ejército.
Este incidente representa una admisión embarazosa por parte de Israel, que enfrenta crecientes acusaciones de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles de Gaza durante su conflicto con Hamas. Las conclusiones probablemente aumentarán el escepticismo sobre la toma de decisiones del ejército israelí.
A pesar de las negaciones de Israel, palestinos, grupos de ayuda y organizaciones de derechos humanos han acusado repetidamente a las fuerzas israelíes de disparar imprudentemente contra civiles durante el conflicto. El portavoz militar, el contraalmirante Daniel Hagari, calificó el incidente como una “tragedia” y aseguró que se tomarán medidas para evitar que vuelva a ocurrir.