Israel ha intensificado sus medidas contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), con una nueva prohibición que restringe aún más sus operaciones en el país y en áreas bajo su influencia, como Gaza y Cisjordania. La medida ha sido ampliamente criticada por representantes palestinos, quienes la describen como una escalada significativa en el “conflicto contra la ONU”, acusando a Israel de socavar directamente el apoyo humanitario esencial para los refugiados palestinos. La Knesset aprobó esta legislación citando preocupaciones de seguridad, ya que Israel ha acusado a varios empleados de UNRWA de vínculos con el ataque de Hamas del 7 de octubre.
Las autoridades israelíes justifican la prohibición como una medida para fortalecer la seguridad nacional, argumentando que UNRWA no garantiza neutralidad en sus operaciones. Sin embargo, la decisión ha suscitado fuertes reacciones de la comunidad internacional, y diplomáticos y expertos advierten que podría desencadenar una crisis humanitaria más profunda en Gaza, afectando a millones de refugiados palestinos que dependen de la UNRWA para recibir alimentos, atención médica y educación.
Ante la creciente presión, Estados Unidos y Europa han expresado su preocupación, ya que la suspensión de las actividades de UNRWA puede afectar la estabilidad en la región y aumentar la vulnerabilidad de los civiles palestinos. La ONU ha instado a Israel a reconsiderar su decisión y a permitir que la agencia siga brindando ayuda esencial en un momento crítico para la población palestina.