Israel investiga posibles crímenes de guerra tras la muerte de civiles palestinos en Gaza

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THE LATIN VOX (28 de junio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han abierto una investigación interna por posibles crímenes de guerra, en respuesta a evidencias crecientes de que soldados israelíes habrían disparado deliberadamente contra civiles palestinos que intentaban obtener alimentos en Gaza.

La decisión llega tras semanas de informes alarmantes sobre bombardeos, tiroteos y ataques aéreos contra multitudes que se congregaban en sitios de distribución de ayuda humanitaria, en un territorio al borde de la hambruna.

Disparos contra el hambre

El prestigioso diario israelí Haaretz publicó el viernes declaraciones de soldados bajo anonimato que aseguran haber recibido órdenes de disparar a las multitudes cerca de los centros de distribución para mantenerlas alejadas de las posiciones militares.

Según estos testimonios, muchos uniformados manifestaron preocupación por el uso de fuerza letal innecesaria contra personas que no representaban una amenaza evidente.

La unidad militar encargada de evaluar posibles violaciones del derecho internacional ya ha sido movilizada para revisar estas acciones, según fuentes internas del ejército.

En un comunicado, las FDI negaron haber emitido órdenes para atacar a civiles:

«Las directrices de las FDI prohíben los ataques deliberados contra civiles, incluyendo aquellos que se acercan a los centros de distribución de ayuda.»

No obstante, la presión internacional sobre Israel aumenta mientras los relatos de testigos, ONG y organismos de la ONU contradicen esta postura oficial.

Una catástrofe humanitaria en expansión

Desde que Israel impuso un bloqueo total de suministros en marzo y abril, más de 2,3 millones de habitantes en Gaza han enfrentado una escasez desesperada de alimentos, agua y medicinas. Aunque el bloqueo se alivió parcialmente en mayo, los esfuerzos de ayuda se han visto obstaculizados por carreteras destruidas, restricciones militares, saqueos y caos generalizado.

El jueves, un ataque aéreo israelí en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, mató a 18 personas, entre ellas un niño y al menos siete miembros del grupo Sahm, una unidad policial creada por el ministerio del Interior de Hamas para impedir el robo de ayuda y distribuirla a la población.

“Había hombres, mujeres y niños heridos. La escena era indescriptible”, dijo Razeq Abu Mandil, un paramédico del campo de refugiados de al-Maghazi.
“Transportamos cadáveres y heridos una y otra vez. El hospital estaba colapsado.”

¿Quién distribuye la ayuda?

Tradicionalmente, la ONU y organizaciones humanitarias internacionales han liderado la distribución de asistencia en Gaza. Sin embargo, Israel ha acusado a Hamas de apropiarse de los suministros para financiar su actividad armada —una acusación que las agencias niegan rotundamente.

Desde mayo, una nueva entidad respaldada por EE. UU., la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), ha empezado a distribuir alimentos desde cuatro puntos en el enclave. Pero para acceder a ellos, los palestinos deben atravesar zonas militarizadas, caminos en ruinas y en ocasiones hacerlo de noche, lo que ha derivado en más víctimas.

“Los soldados disparan porque quieren mantener a la gente alejada, o porque no saben quién está ahí, o simplemente porque no les importa”, dijo un funcionario de ayuda internacional bajo anonimato.

Registros médicos de ONG independientes, revisados por el diario inglés The Guardian, confirman cientos de heridas y muertes por balas y explosivos en las inmediaciones de los puntos de ayuda.

Críticas internacionales y silencio oficial

Hasta el momento, el gobierno israelí no ha comentado públicamente sobre el ataque en Deir al-Balah. En cambio, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Israel Katz emitieron una dura declaración conjunta acusando a Haaretz de “difundir calumnias para difamar al ejército más moral del mundo”.

El secretario general de la ONU, António Guterres, ofreció una de las críticas más directas hasta ahora:

“Esta operación humanitaria no solo es insegura: está matando gente. Buscar comida nunca debería ser una sentencia de muerte.”

Un conflicto prolongado y devastador

El conflicto actual comenzó tras el ataque de Hamas contra el sur de Israel en octubre de 2023, donde 1.200 personas murieron y 251 fueron secuestradas. Desde entonces, la cifra de fallecidos en Gaza ha superado los 56.000 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades sanitarias locales.

Las cifras, las imágenes y los relatos de los sobrevivientes han avivado llamados urgentes a un alto el fuego y a una investigación independiente.

“Vi cuerpos destrozados. Estaba lejos del lugar del impacto, pero el proyectil me alcanzó la pierna”, relató Ahmed Abu Zubeida, uno de los heridos. “Había gritos por todas partes. El aire olía a sangre. Pensé que mi hijo había muerto.”

¿Justicia o encubrimiento?

Aunque el ejército israelí afirma tener mecanismos internos sólidos, críticos señalan que muy pocas investigaciones se completan y aún menos resultan en sanciones reales. Las organizaciones de derechos humanos exigen una investigación internacional e independiente para garantizar responsabilidad.

Con la población de Gaza enfrentando una crisis de proporciones históricas y el ejército israelí bajo escrutinio mundial, la pregunta que muchos se hacen es: ¿Quién protege a los que solo buscan sobrevivir?

Crédito fotográfico: Reuters


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