En el tercer día de una operación militar a gran escala en Cisjordania, el ejército israelí ha anunciado la muerte de Wissam Khazem, un destacado líder del grupo armado palestino Hamas, junto con otros dos combatientes. Según un comunicado del ejército israelí, Khazem fue abatido en Jenin, mientras que los otros dos combatientes fueron eliminados mediante ataques aéreos cuando intentaban huir.
La operación, que ha sido una de las más grandes en Cisjordania en las últimas dos décadas, ha resultado en la muerte de al menos 19 palestinos, la mayoría de los cuales han sido identificados como combatientes, según el Ministerio de Salud palestino. Sin embargo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha informado que entre los muertos también se encuentran niños y una persona con discapacidades.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido un cese inmediato de la operación, advirtiendo que está alimentando una situación ya explosiva. La violencia en Cisjordania ha aumentado significativamente desde el ataque mortal de Hamas a Israel el 7 de octubre y la subsiguiente guerra en Gaza.
El ejército israelí ha justificado la intensificación de sus incursiones en Cisjordania como un esfuerzo para frenar los ataques mortales palestinos contra israelíes tanto en Cisjordania como en Israel. En un comunicado conjunto, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), la agencia de seguridad interna Shin Bet y la Policía Fronteriza de Israel anunciaron que Khazem fue abatido en un vehículo y que los otros dos combatientes, Maysara Masharqa y Arafat Amer, fueron eliminados mientras intentaban escapar.
La operación ha causado daños significativos en edificios e infraestructuras en los campos de refugiados de Tulkarm, de donde las fuerzas israelíes se retiraron recientemente. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por los métodos empleados por Israel y por los informes de víctimas civiles y destrucción de infraestructuras civiles.
La situación sigue siendo tensa y la necesidad de una desescalada es urgente, según un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido. La comunidad internacional sigue observando de cerca los desarrollos en la región, con la esperanza de una resolución pacífica y la restauración de la estabilidad.