THE LATIN VOX (2 de diciembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La situación entre Israel y Hezbollah ha escalado nuevamente tras el lanzamiento de cohetes por parte del grupo libanés hacia una torre de observación israelí, lo que provocó una contundente respuesta aérea por parte de Israel en el sur de Líbano. Este ataque, el primero de Hezbollah contra Israel desde que se implementó un alto al fuego la semana pasada, amenaza con desestabilizar aún más la frágil tregua que había prevalecido desde el 22 de noviembre.
Según un portavoz del ejército israelí, la fuerza aérea ha atacado objetivos en el distrito de Nabatieh, en el sur de Líbano, aunque no ofreció detalles específicos sobre los daños o víctimas. Este bombardeo se produjo aproximadamente una hora después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometiera una “respuesta fuerte” a las acciones de Hezbollah.
Los cohetes de Hezbollah, que fueron lanzados cerca de una torre de vigilancia en las granjas de Shebaa, una zona disputada entre Líbano e Israel, cayeron en un área abierta y no causaron víctimas. Sin embargo, el grupo justificó su ataque como una “respuesta defensiva inicial” a las presuntas “violaciones repetidas” por parte de Israel del acuerdo de alto al fuego.
Este intercambio de ataques marca la reanudación de los enfrentamientos en la región, lo que ha generado temores de que la guerra a gran escala entre Hezbollah e Israel pueda reiniciarse solo días después de la entrada en vigor de la tregua. Mientras tanto, en el sur de Líbano, los residentes se preparan para una nueva ola de violencia. “Ya no podemos soportar más esto. La gente apenas había vuelto a sus casas”, declaró Ali, un residente de Beirut originario del sur del Líbano.
Desde la firma del alto al fuego, la violencia había disminuido en intensidad, pero Israel y Hezbollah han continuado con intercambios a pequeña escala, aumentando las tensiones. El bombardeo israelí en el sur de Líbano ha sido el ataque más significativo desde la implementación de la tregua, y las autoridades israelíes han dejado claro que continuarán con sus operaciones en caso de nuevas provocaciones. Por su parte, la alta dirección militar israelí, encabezada por el general Herzi Halevi, advirtió que se tomarían medidas con “gran fuerza” si las violaciones a la tregua persisten.
El acuerdo de alto al fuego establece que las tropas israelíes deben retirarse del sur de Líbano y que los combatientes de Hezbollah deben abandonar la zona al sur del río Litani, lo que marca un área clave en el conflicto. Sin embargo, la implementación del acuerdo ha sido difícil debido a las acusaciones de violaciones por ambas partes. De hecho, Francia, encargada de supervisar el cumplimiento del alto al fuego, acusó a Israel de haber infringido la tregua en al menos 52 ocasiones desde su entrada en vigor.
El impacto humano en Líbano ha sido devastador: cerca de 4,000 personas han muerto a causa de los bombardeos israelíes en el último año, mientras que más de un millón de personas han sido desplazadas. En el norte de Israel, más de 60,000 personas siguen desplazadas debido a los ataques de Hezbollah.
La situación sigue siendo extremadamente volátil, y aunque diplomáticos occidentales han instado a Israel a moderar sus ataques y permitir que los mecanismos de supervisión del alto al fuego comiencen a operar, las posibilidades de que el conflicto se intensifique no pueden descartarse. En este contexto, la intervención de Estados Unidos en la supervisión del acuerdo, con la llegada del general Jasper Jeffers a Beirut, se considera clave para evitar una nueva escalada.
Este último enfrentamiento subraya la fragilidad de la paz en la región y el delicado equilibrio que debe mantenerse para evitar que el conflicto entre Hezbollah e Israel vuelva a convertirse en una guerra abierta. La comunidad internacional observa de cerca, mientras el futuro de la tregua sigue siendo incierto.
Crédito fotográfico: https://www.ndtv.com/