Italia: Gobierno finaliza contrato con Paragon Solutions tras descubrimiento de espionaje digital

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THE LATIN VOX (6 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El espionaje digital se ha convertido en un tema candente en la política internacional, y el último episodio involucra a Paragon Solutions, una empresa que desarrolla software de espionaje de nivel militar.

La firma, que presuntamente ha sido utilizada para espiar a más de 90 personas, incluidos periodistas y activistas, en una veintena de países, ha decidido poner fin a su relación contractual con el gobierno de Italia, luego de que se revelara que el spyware de Paragon fue utilizado para atacar a un periodista de investigación italiano y a dos activistas que han criticado la relación de Italia con Libia.

Este hecho ha sacudido los cimientos del Parlamento italiano, que considera que las acusaciones de espionaje son una “violación inaceptable de los derechos fundamentales” y un ataque a la democracia misma.

El espionaje presuntamente fue llevado a cabo utilizando Graphite, el software desarrollado por Paragon Solutions, que se comporta de manera similar al Pegasus de la empresa NSO Group. Graphite permite a los operadores acceder a los dispositivos móviles de sus víctimas sin su conocimiento, controlando de forma remota mensajes y chats encriptados, como los enviados a través de WhatsApp y Signal.

Según una fuente familiarizada con el asunto, Paragon decidió suspender temporalmente el contrato con Italia la semana pasada, en cuanto surgieron las primeras alegaciones sobre el abuso del software, y finalmente lo canceló por completo tras determinar que Italia había violado los términos del acuerdo, que prohíbe el uso de la tecnología contra periodistas o miembros de la sociedad civil.

El tema ha generado una controversia considerable en Italia, especialmente en un contexto político de creciente tensión bajo el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni. Los opositores políticos han solicitado que Meloni comparezca urgentemente ante el Parlamento para aclarar el alcance de las acusaciones y si el gobierno estuvo involucrado en las violaciones de derechos humanos.

A pesar de las negaciones oficiales, el daño ya parece estar hecho. El hecho de que Paragon, una empresa que vende sus servicios a gobiernos para prevenir delitos, haya decidido romper relaciones con Italia por razones éticas resalta la gravedad de la situación.

El caso también pone en duda las prácticas de espionaje en Europa y sus implicaciones en la protección de la libertad de prensa y la privacidad. Varios políticos y activistas han exigido respuestas, cuestionando la moralidad de las acciones del gobierno italiano y la falta de transparencia en torno al uso de estas herramientas de vigilancia.

Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas, advirtió que el espionaje a periodistas representa una amenaza sin precedentes para la democracia, y si la empresa misma ha tenido que suspender el contrato por razones éticas, la gravedad del asunto es aún más preocupante.

Aparte del periodista Cancellato, que reveló públicamente ser uno de los afectados, los otros objetivos incluyen a Husam El Gomati, un activista libio en Suecia, y Luca Casarini, fundador de la ONG Mediterranea Saving Humans, quienes se han opuesto abiertamente a las políticas italianas respecto a Libia y los abusos sufridos por los migrantes.

Aunque las autoridades italianas han afirmado que sólo siete personas en su país fueron atacadas, se desconoce el número exacto de víctimas, que también incluye ciudadanos de varios países de Europa, como Bélgica, Grecia, España y Suecia.

La situación es aún más compleja al saber que Paragon fue recientemente adquirida por AE Industrial Partners, una firma de inversión estadounidense que, según su sitio web, se especializa en mercados de seguridad nacional. Esta adquisición plantea nuevas preguntas sobre la implicación de entidades extranjeras en el espionaje a ciudadanos europeos y en la creciente industria de software de vigilancia.

El caso no sólo pone en duda el respeto de Italia por la privacidad y los derechos fundamentales, sino que también abre un debate sobre el uso ético de las tecnologías de espionaje por parte de gobiernos y empresas. Mientras la situación sigue desarrollándose, queda claro que este escándalo podría tener implicaciones profundas tanto para el gobierno de Meloni como para las relaciones internacionales de Italia con otras democracias occidentales.

El futuro de la relación entre Italia y Paragon Solutions es incierto, pero la cancelación del contrato por razones éticas puede ser solo el principio de una serie de investigaciones y decisiones judiciales que podrían redefinir el panorama del espionaje digital y la protección de los derechos humanos en Europa.

Crédito fotográfico: Cyber Security News


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